"Lo único que no debe cambiar es el impulso de la mentalidad reformista"

La vicepresidenta del Gobierno señala que la mejora de la situación económica "no es fruto de la casualidad fortuita, sino de mucho esfuerzo por parte de todos"

Durante la inauguración de la Escuela de Verano del PP en Gandía, Soraya Sáenz de Santamaría ha destacado que "se está cumpliendo un programa de Gobierno bajo dos premisas fundamentales: realismo y reformas".

Así, Soraya Sáenz de Santamaría ha asegurado que "queda mucho por hacer, hemos logrado cambios, pero lo único que no debe cambiar es el impulso de la mentalidad reformista".

Durante su intervención en la Escuela de Verano, bajo el lema Dicho y Hecho, Sáenz de Santamaría ha repasado la situación económica actual y la ha comparado con la que vivía el país hace un año, cuando "se hablaba de rescate y España era un país vulnerable a lo inesperado". Así, ha subrayado que "el escenario político que vivimos tiene bastante poco que ver con el del año pasado" y ha insistido en que "esto no es fruto de la casualidad fortuita, sino de mucho esfuerzo por parte de todos".

La número dos del Ejecutivo ha señalado que "se está cumpliendo un programa de Gobierno bajo dos premisas fundamentales: realismo, porque sin admitir los problemas es imposible obtener soluciones, y reformas, porque eran muchas cosas las que había que cambiar para volver a ser el país que fuimos".

Las cuentas públicas ya están bajo control
En este sentido, Soraya Sáenz de Santamaría ha insistido en que "las cuentas públicas ya están bajo control", gracias a que "antes el despilfarro era una norma, mientras que ahora la estabilidad presupuestaria es una regla". En cuanto al sistema financiero, que "era foco de incertidumbres", la vicepresidenta ha destacado que "se ha hecho una enorme reforma para mejorar la transparencia, garantizar el saneamiento y asegurar que los errores del pasado no volverán a repetirse".

Sáenz de Santamaría ha señalado que "hoy España ya no es fuera un problema al que todos miraban sin saber por dónde iba a salir, ya no es un foco de desconfianza sino un país en el que se puede y en el que merece la pena confiar". La vicepresidenta ha aseverado que "los españoles vuelven a tener confianza en España y en sí mismos, una confianza que se reconoce en la Unión Europea y que también se percibe en los mercados".

Poner en marcha el círculo virtuoso de la economía
Soraya Sáenz de Santamaría ha afirmado la importancia de la exportación actual de las empresas españolas, ya que "por primera vez, desde 1971, exportamos más de lo que importamos. Así ganamos en competitividad y somos el país que más exporta de nuestro entorno, que lo hace a más países, que proyecta más productos y donde hay más empresas que venden su producto en el exterior". "Volvemos a poner en marcha el círculo virtuoso de la economía", ha manifestado.

No obstante, la vicepresidenta del Ejecutivo ha asegurado que "aún queda mucho por hacer, porque el desempleo sigue en niveles demasiado altos. Por ello, ahora tenemos que reforzar nuestra confianza y nuestras reformas para consolidar el crecimiento". "

Compromiso colectivo y responsabilidad individual 
"Actualmente tenemos dos compromisos: uno con los que nos ayudaron a sacar el país adelante hace unos años y otro con los que están llamados a relevarnos para crecer y contar con un mejor futuro de nuestro país".

Así, Sáenz de Santamaría ha señalado la importancia de "poner en marcha un programa de regeneración democrática en actualización constante para que sepamos que los que nos dedicamos a la política tenemos derechos y obligaciones. Este es un compromiso colectivo pero también una responsabilidad individual ya que gestionamos un capital valioso: la confianza".

La vicepresidenta del Gobierno ha manifestado que "tenemos algo más que hace un año cuando luchábamos contra el déficit y los desequilibrios pero, si marcamos bien el rumbo, podemos lograr el objetivo final con esfuerzo, trabajo, sabiendo escuchar las críticas, respondiendo con humildad y siendo conscientes de que se trata de un esfuerzo colectivo".

"El aprecio al trabajo bien hecho, que tarda en dar frutos, es más rentable que la demagogia o el cortoplacismo", ha concluido.