Aznar: “Pido unidad y apoyo claro para esta nueva etapa liderada por Núñez Feijóo”

Hoy, durante su intervención en el XX Congreso Nacional del PP, en Sevilla

“Tenemos que aportar por su éxito, porque será el de todos. Y esa tiene que ser una apuesta irreversible”

El expresidente del Gobierno y presidente de la Fundación FAES, José María Aznar, ha pedido hoy “la mayor unidad y el apoyo más claro para esta nueva etapa bajo el liderazgo de Alberto Núñez Feijóo”. Aznar ha subrayado que “vamos a poner sobre él una enorme responsabilidad hacia nuestro partido y hacia España. Y si le damos la responsabilidad, le debemos el apoyo que merece su decisión y la tarea que tiene por delante”. “Alberto, nos tienes a tu lado, así que ahora ánimo y adelante”, ha proclamado durante su intervención en el 20 Congreso del Partido Popular.

 

Hace 32 años, en el Congreso de Sevilla se inició un camino nuevo. “Decidimos que ‘centrados con la libertad’ queríamos llegar a nuevos territorios. Construimos una alternativa de Gobierno que sirvió bien a los españoles. Y, a partir del impulso y la visión de Manuel Fraga, alentamos la ilusión de muchos españoles y sentamos las bases del cambio político en España”. “Aquella tarea se puede resumir en tres palabras que hoy tienen la misma vigencia que entonces: Generosidad, Ambición y Responsabilidad”. “Construimos lo que somos, la casa común del centroderecha, democrático, constitucional y europeo”. “Nuestra responsabilidad, entonces y hoy, era conseguir que España no fuera la excepción sino la medida del éxito”, ha remarcado.

 

En su opinión, “nada valioso se hace si no somos capaces de que todos los que están en nuestro proyecto y los que quieren sumarse, centrados con la libertad, encuentren su acomodo”. El expresidente ha querido señalar asimismo que cuando la política muestra su lado más duro, hay que apelar al afecto. “De aquí tenemos que salir dejando atrás los errores, pero no a las personas”. Por ello ha agradecido a Pablo Casado su esfuerzo por “hacer frente al Gobierno más sectario y radical que ha tenido España en democracia”.

 

José María Aznar ha insistido en la necesidad de escuchar a los ciudadanos, “ser capaces de responder a lo que nos piden es nuestro reto y nuestro compromiso, esa tiene que ser la medida de nuestro patriotismo”. “España necesita que la escuchen. Necesita recuperar confianza para recuperar ilusión. Necesita ser rescatada de este naufragio político, económico e institucional”.

 

“Lo que tenemos ahora es la receta de un fracaso hecho de intervencionismo devastador e insostenible, de memoria atormentada y divisiva y de ruptura del Estado y de la Nación”. Frente a ello, “nuestro compromiso consiste en no dejar que España vuelva a ser una excepción que, justamente, es lo contrario de lo que hoy parece ser motivo de elogio”. “Seamos el patrón que mide lo que se hace bien, seamos la medida del éxito”, ha destacado.

INTERVENCIÓN

 

Permitidme que inicie mi intervención agradeciendo su trabajo y su eficacia al equipo que ha tenido la responsabilidad de organizar este Congreso. Poco tiempo y mucho trabajo exigen un gran esfuerzo como el que se ha hecho y que nos permite a todos estar en Sevilla.

 

Nos vuelve a acoger esa Andalucía grande, luminosa y colorida, que siempre ha sabido de su potencial y su riqueza pero que necesitaba que alguien se lo dijera.

 

Y se lo ha dicho un Gobierno serio, comprometido y leal con su tierra como el que preside Juanma Moreno e impulsa el Partido Popular. Con vosotros Andalucía ha vuelto a creer en ella y lo que estáis haciendo tiene una dimensión histórica que estoy seguro va a continuar y a crecer.

 

Comprenderéis muy bien que el recuerdo del Congreso que celebramos aquí en Sevilla hace unos cuantos años, tiene un sentido muy especial para mí.

 

Y no sólo para mí.

 

Somos un partido joven en el que todavía hay mucha memoria de lo que significó aquel Congreso, de las decisiones que tomamos y del impulso que quisimos dar a una verdadera alternativa de Gobierno para España.

 

Por eso, agradezco mucho que cuando estamos en medio de decisiones que van a definir el futuro del PP haya un espacio para reflexionar sobre una página crucial de nuestra historia que forma parte de la historia reciente de España.

 

Pero también quiero decir que este ejercicio de memoria sólo tiene sentido si nos sirve para inspirar lo que tenemos que hacer y acertamos a saber qué es lo que España pide de nosotros, lo que España necesita del Partido Popular.

 

Recuerdo, sí, pero no nostalgia.

 

Aquí no hay celebraciones ni homenajes personales. Lo que tenemos que celebrar, lo celebramos todos y lo celebramos juntos, los que estuvimos entonces y los que vinieron luego, porque ahí está la continuidad del Partido Popular, ahí está su historia y sobre todo ahí está su futuro.

 

Queridos amigos y amigas,

 

En Sevilla iniciamos un camino nuevo. No abandonamos lo que habíamos recorrido. Decidimos que “centrados con la libertad” queríamos llegar a nuevos territorios. Construimos una alternativa de Gobierno que sirvió bien a los españoles. “Centrados con la libertad”, sin comprometer ni transigir en esta convicción, ensanchamos el partido. Y, a partir del impulso y la visión de Manuel Fraga, alentamos la ilusión de muchos españoles y sentamos las bases del cambio político en España.

 

Permitid que resuma aquella tarea en tres palabras que hoy tienen la misma vigencia que entonces. Tres palabras que son Generosidad, Ambición y Responsabilidad.

 

Primero, GENEROSIDAD.

 

Generosidad para incorporar, para abrir y para sumar. Para construir un partido que bajo el liderazgo de Manuel Fraga había decidido refundarse y esa refundación la hicimos.

 

Reunimos a muchos para hacer que juntos fuéramos más que la suma de todos nosotros.

 

Reunimos a las grandes familias políticas del centroderecha que en Europa habían marcado etapas históricas de Gobierno.

 

Nos enriquecimos con las aportaciones de democristianos, de conservadores, de liberales y construimos una visión coherente.

 

Generosidad significaba, entonces y ahora, no sólo abrir la puerta sino hacer que todos podamos tener acomodo. Construimos lo que somos, la casa común del centroderecha, democrático, constitucional y europeo.

 

Amigas y amigos,

 

Pusimos AMBICIÓN, ganas de triunfar y fuerza para hacerlo.

 

No éramos ni somos un partido oportunista que busca que los números le cuadren para ejercer mucha más influencia que la que le dan los votos.

 

No jugamos a ser minoría, cómoda y descomprometida. No jugamos a la chica. Éramos y somos un partido de mayorías, porque estamos convencidos de que la inmensa mayoría quiere soluciones firmes y razonables. Jugamos a la grande. Por esa ambición no aceptamos superioridades morales de nadie; insisto, de nadie.

 

No nos resignamos entonces, ni lo hacemos ahora, a lo que otros decían sobre techos electorales infranqueables que nos mantendrían eternamente en la oposición.

 

Ni nos plegamos entonces ni nos plegamos ahora a asumir que no gobernaremos porque dicen España es de izquierdas.

 

Rompimos un mito: el de la izquierda invencible. Y quebramos un tabú: que el centroderecha no sería alternativa.

 

Pero la generosidad y la ambición hay que cimentarla en la RESPONSABILIDAD.

 

No buscábamos el poder para disfrutarlo sino para poder llevar a la práctica un proyecto político de progreso para los españoles, para hacer de España un proyecto nacional de éxito.

 

Éramos conscientes de que España necesitaba una alternativa para asentar su economía sobre una base firme, para tener un Estado más eficaz, para plantearnos, sin reservas y con la ley, la derrota del terrorismo, para situar a España en la primera línea de la construcción europea y converger con los países de cabeza en la Unión.

 

Nuestra responsabilidad, entonces y hoy, era conseguir que España no fuera la excepción sino la medida del éxito.

 

Amigas y amigos,

 

Me he referido al pasado, pero creo que hoy, nuestra tarea no es muy distinta.

 

Creo que necesitamos la misma generosidad, la misma ambición y la misma responsabilidad. No vamos a fallar.

 

Creo que es importante poder decir que seguimos centrados con la libertad, porque nuestros gobiernos autonómicos y municipales demuestran que la libertad no es retórica.

 

La libertad alienta las mejores políticas, la mayor prosperidad, la sociedad más justa. Necesitamos la generosidad que mira hacia adelante. La generosidad que cierra heridas.

 

Nada importante, nada valioso se hace sin unir esfuerzos, sin retejer los afectos. Nada valioso se hace si no somos capaces de que todos los que están en nuestro proyecto y los que quieren sumarse, centrados con la libertad, encuentren su acomodo.

 

Tenemos algunas cicatrices porque hemos dado unas cuantas batallas importantes.

 

Tenemos recuerdos y deudas impagables hacia los que sacrificaron su vida y hoy estarían aquí si no los hubiera arrebatado el odio asesino.

 

Su memoria también nos compromete. Murieron por la democracia, por la libertad. Murieron por España y también por estas siglas en las que creyeron y que nunca abandonaron. Tampoco por ellos y por lo que significan podemos desistir.

 

Queridas amigas y amigos,

 

Hemos tenido momentos que nunca deberíamos haber vivido. Seguramente ninguno de nosotros esperaba tener que estar aquí para participar en estas decisiones. Pero cuando la política muestra su lado más duro, tenemos que apelar también al afecto; tenemos que recordar y agradecer los esfuerzos de otros.

 

De aquí tenemos que salir dejando atrás los errores, pero no a las personas. Por eso quiero referirme al trabajo de quien todavía es el presidente del partido, a Pablo Casado. Pablo dio el paso cuando tenía que darlo. Se hizo cargo de esta responsabilidad cuando nada era fácil ni halagüeño. Ha tenido que hacer frente al Gobierno más sectario y radical que ha tenido España en democracia. Y con su renuncia ha dado paso a esta nueva etapa. Gracias Pablo por tu esfuerzo.

 

Sabemos bien que los españoles esperan que hablemos mucho de ellos y muy poco de nosotros. Y ese es el compromiso firme que tenemos que sellar aquí en Sevilla.

 

Permitidme recordar a Ortega cuando decía que los hombres no se unen simplemente por estar juntos, sino para hacer algo juntos. Pues bien, ese “algo” que tenemos que hacer juntos es el proyecto que proponemos a los españoles.

 

Esa es la responsabilidad que tenemos ante nosotros. Todos seremos pocos para apoyar y ayudar a los que van a asumir la dirección de nuestro partido, encabezados por Alberto Núñez Feijóo.

 

Vamos a poner sobre Alberto Núñez Feijóo una enorme responsabilidad hacia nuestro partido y hacia España. Y si le damos la responsabilidad, le debemos el apoyo que merece su decisión y la tarea que tiene por delante.

 

Un apoyo que, en la pequeña contribución que yo puedo hacer, le ofrezco sin reservas y con esperanza. Tenemos que apostar por su éxito porque será el de todos. Y esa tiene que ser una apuesta irreversible.

 

Llevas mucho tiempo en política y conoces bien el terreno. Permíteme asegurarte lo que ya sabes.

 

Alberto puedes tener la confianza de que este partido responde. Lo ha hecho siempre. Tú lo vas a dirigir y estará detrás de ti.

 

Hace 32 años Manuel Fraga rompió una carta en la que le había ofrecido mi dimisión sin fecha. Él la rompió delante de todos.

 

Yo soy solo un expresidente, pero, si me lo permitís, quisiera también romper simbólicamente esa carta que tú no tienes que escribir.

 

Y decirte que para este partido que vas a dirigir merecerá la pena cada minuto, cada esfuerzo y cada renuncia que tengas que hacer en tu nueva responsabilidad.

 

No tengo otro mensaje: Pido a todos la mayor unidad y el apoyo más claro para esta nueva etapa de nuestro partido bajo el liderazgo de Alberto Núñez Feijóo.

 

Queridos amigos,

 

Escuchemos las voces que el Gobierno desprecia. La voz de los ciudadanos es la materia de la que se hace la política en democracia. Y España necesita que la escuchen. Necesita recuperar confianza para recuperar ilusión. Necesita ser rescatada de este naufragio político, económico e institucional.

 

Puede parecer que los populismos están cerca de los ciudadanos, pero no es verdad. Están cerca de su malestar porque viven de él y aspiran a prosperar con él, pero ofrecen más ruido que soluciones.

 

No hay futuro valioso para España en el radicalismo, ni en la impugnación de su realidad plural ni en la cancelación de su vocación europea.

 

Por eso seguimos centrados con la libertad y me atrevo a asegurar que los que quieran apartarse de ese camino o vuelven a él o fracasarán. Y añado: nos gustaría que volvieran a él.

 

Ningún proyecto de futuro puede prosperar olvidando las claves de nuestro progreso, olvidando el valor de la reconciliación y el fundamento de nuestra unidad como Nación.

 

Hay una crisis global, es cierto. La revolución tecnológica, un orden internacional cuestionado, nuevas formas de empleo, prioridades medioambientales, la globalización con sus riesgos y sus oportunidades. Todo eso es cierto, pero es una crisis de cambio. Y nosotros tenemos que estar en el cambio para dejar atrás la crisis.

 

Y en vez de eso ¿qué tenemos? Lo que tenemos ahora es la receta de un fracaso hecho de intervencionismo devastador e insostenible, de memoria atormentada y divisiva y de ruptura del Estado y de la Nación.

 

Frente a eso, nuestro compromiso consiste en no dejar que España vuelva a ser una excepción que, justamente, es lo contrario de lo que hoy parece ser motivo de elogio.

 

Si tuviera que resumir en una frase lo que creo que es necesario sería esta: que España deje de ser la excepción, que no vuelva a serlo.

 

Acordaos. Entramos en la OTAN, pero éramos la excepción porque no nos integramos en la estructura militar. Ahora mandamos armas a Ucrania. Y hacemos bien.

 

Entramos en la Unión Europea, pero querían dejar pasar la entrada en el euro porque también éramos la excepción entre los grandes: no cumplíamos ninguna de las condiciones.

 

Pues bien, con nosotros entramos en la estructura militar de la OTAN y entramos en el euro y fuimos nosotros los que exigimos que se cumplieran las reglas.

 

Y ahora uno se pregunta, ¿de qué presumen? ¿Cómo es posible que les alegre tanto que volvamos a ser la excepción para mal en Europa?

 

¿Presumen de que tenemos más déficit que nadie, más deuda, más inflación, más paro, menos crecimiento, más intervención del Banco Central Europeo?

 

Volvemos a ser la excepción, de la misma manera que nuestra política exterior vuelve a consistir en hablar los quintos, y lo dijo un ministro socialista. Hablar los quintos o simplemente no hablar porque parece que en la Casa Blanca han perdido el teléfono de España.

 

Amigas y amigos del Partido Popular,

 

La responsabilidad nos apremia.

 

Repito, no seamos la excepción negativa, seamos el patrón que mide lo que se hace bien, seamos la medida del éxito.

 

Escuchemos a los ciudadanos, seamos capaces de responder a lo que nos piden.

 

Este es nuestro reto y nuestro compromiso, esa tiene que ser la medida de nuestro patriotismo.

 

Alberto, en ese esfuerzo siempre tendrás nuestro reconocimiento y nuestro apoyo. No hay nada más digno, ni más valioso que trabajar por tus compatriotas y alentar el progreso de la Nación. Nos tienes a tu lado.

 

Así que ahora, ¡ánimo y adelante!. ¡Viva el PP y viva España!