Rosa Estaràs denuncia ante la ONU el trato desigual de las mujeres con discapacidad y pide medidas para garantizar su inserción en la sociedad

La eurodiputada balear presenta en Ginebra el informe del Parlamento europeo sobre la Mujer y la Discapacidad

Defiende la necesidad de “adoptar una perspectiva de género y de discapacidad en todas las políticas e iniciativas legislativas” con el objeto de garantizar la inclusión de este colectivo en la sociedad en igualdad de condiciones que el resto de la ciudadanía.

Rosa Estarás ha ofrecido una ponencia en la ONU con motivo de la presentación del Informe de Mujer y Discapacidad que fue elaborado por el Parlamento europeo después de que la eurodiputada popular presentara una propuesta a la comisión de Derechos de la Mujer e Igualdad de Género del Parlamento, como miembro del Intergrupo de Discapacidad y de la comisión de Mujer de la Eurocámara.

Según explicó Estaràs, en la actualidad las personas con discapacidad representan aproximadamente un 16 por ciento de la población europea y más de 650 millones de personas en todo el mundo. “Unas cifras que se prevé que vayan en aumento en las próximas décadas debido, fundamentalmente, al envejecimiento de la población”.

La eurodiputada añadió que, dentro del colectivo heterogéneo que conforman las personas con discapacidad, “las mujeres, como grupo, se encuentran en situación de desventaja social, económica, educativa y profesional”. “Pese a los avances conseguidos en los en los últimos años, la situación de las mujeres con discapacidad es peor que la de las mujeres sin discapacidad y que la de los hombres con discapacidad, especialmente en las zonas rurales con menos servicios y oportunidades que los entornos urbanos”, dijo Estaràs.

Estas son algunas de las razones por las que  las que, según expuso la eurodiputada popular, el Parlamento europeo elaboró en 2013 el informe sobre Mujer y Discapacidad, donde se proponen una serie de medidas legislativas, administrativas, sociales y educativas en favor de la protección de las mujeres con discapacidad.

En concreto, el informe del Parlamento pide que se obligue a los Estados miembros a que “aseguren que las mujeres y las niñas con discapacidad sean iguales ante la ley y tengan derecho a la protección y los beneficios legales”.

Asimismo, se propone incluir la discapacidad en todos los programas y políticas de género, y se reclama que tanto los Estados como la UE adopten las medidas necesarias para proteger a las mujeres y las niñas con discapacidad frente a la explotación, la violencia y el abuso, y facilitar su acceso a la justicia a través de asistencia y apoyo.

“El género, la pertenencia a minorías étnicas o culturales, los niveles educativos, la edad y muchas otras variables o circunstancias, como la discapacidad, inciden significativamente en la probabilidad de ser objeto de actos o prácticas violentas, o de sufrir la violencia pasiva que suponen el abandono y la privación”, explicó Rosa Estaràs. “De hecho, las mujeres son mucho más vulnerables a los abusos y malos tratos que los hombres. También las personas con discapacidad son receptoras de mayor número de abusos que las personas sin discapacidad”, añadió. Por eso es necesaria una Estrategia Europea en el tema de la violencia contra la mujer que contemple a las mujeres con discapacidad.

Durante la presentación del informe, la eurodiputada aseguró que la participación de las personas con discapacidad y de la sociedad civil en la creación de nuevas normas “debe convertirse en el procedimiento estándar, porque es la única forma de tomar medidas `con´ personas con discapacidad y no `sobre´ ellas”.

Debe seguirse trabajando en la educación, la alfabetización digital de las mujeres con discapacidad. Todos los poderes políticos deben revisar el marco jurídico que regule el acceso a los servicios de salud. Es especialmente importante conseguir la ampliación del permiso de maternidad para las mujeres con discapacidad.

Por último, Rosa Estaràs abogó por continuar trabajando en el Parlamento europeo para que el informe de Mujeres y Discapacidad “no se convierta en un hecho aislado, sin medidas que desarrollen sus particularidades, y sin un seguimiento continuo de esas disposiciones a fin de evaluar su suficiencia, y su conformidad con la Convención de Naciones Unidas”.