El Senado defiende que la UE equipare la castaña con otros cultivos frutales

Hoy, en la Comisión de Agricultura, Pesca y Alimentación

La moción presentada por el GPP, aprobada con 23 votos a favor y una abstención, contribuirá a corregir la injusticia cometida con este sector, al permitir que en el futuro pueda beneficiarse de ayudas directas procedentes de fondos europeos.

La senadora popular por León, Silvia Franco, defendió hoy en la Comisión de Agricultura, Pesca y Alimentación del Senado una moción del GPP encaminada a que las plantaciones permanentes de castaño tengan el mismo tratamiento que el que se aplica en este momento a otros cultivos frutales dentro de la futura reforma de la Política Agraria Común (PAC).

Según apuntó, el objetivo último es que el cultivo agrícola de la castaña pueda entrar como superficie elegible susceptible de acogerse al pago directo de ayudas en igualdad de condiciones que otros frutos de cáscara. "Corregiremos así una injusticia obvia con este sector y contribuiremos a garantizar ese deseado desarrollo sostenible en las zonas rurales de montaña", aseguró.

La injusticia a la que aludió Franco González durante su defensa de la moción, que fue aprobada con 23 votos a favor y una abstención, se refería a que el cultivo del castaño, en el reglamento aprobado en 2009, había quedado excluido del grupo de frutos de cáscara susceptibles de recibir ayuda específica y directa de la Unión Europea.

La senadora popular dijo que, aunque este cultivo tiene un gran potencial de futuro, se enfrenta a grandes dificultades, como problemas fitosanitarios; el cese de la actividad productiva relacionada con el abandono de la población del medio rural, situación agravada por la gran atomización de la propiedad; estancamiento de los precios de venta de la castaña; aumento de los costes de producción o, entre otros, los efectos de los incendios forestales, "han dejado las masas de castaño en estado regresivo".

Problemas que, aunque Silvia Franco los explicitó haciendo alusión directa a su comunidad de origen, Castilla-León, son comunes, según puntualizó, a todas las zonas productoras: Galicia, Asturias, Cantabria, Cataluña, Extremadura, Navarra o País Vasco.

Así, insistió en que "el castaño es un cultivo emblemático de zonas rurales de montaña de nuestro país y representa una posibilidad de desarrollo para la población de estas zonas". 

Según resaltó la senadora leonesa, la castañicultura en España tiene grandes posibilidades de futuro, "siempre que demos a su desarrollo la prioridad que merece". "La gestión del castaño para la producción de fruto es la única forma de garantizar la perdurabilidad del hábitat de nuestros castañares, de nuestros sotos de castaños", enfatizó.

Franco González afirmó que la adopción de esta medida contribuirá a garantizar un futuro sostenible a nuestras zonas rurales de montaña, en las que el cultivo del castaño "es más que un cultivo agrícola, está arraigado en nuestros pueblos".