El PP muestra su rechazo total a la subida del IVA

El portavoz de Economía del Partido Popular en el Senado, José Manuel Barreiro, ha denunciado el grave error que supone la proyectada subida del IVA

Barreiro ha reordado que el déficit público español está alcanzado unas cotas desmesuradas, situándose entre los déficits públicos más altos de los países de la OCDE.

El portavoz económico del PP ha destacado que la capacidad recaudatoria de esta medida va a ser mínima, porque, al contraer el consumo, se recaudará menos de lo esperado y porque, al reducir la actividad económica y afectar al desempleo, se reducirá lo recaudado por las demás figuras impositivas.

Barreiro, en contraposición, ha propuesto bajadas de impuestos para reactivar la actividad económica, recuperar el empleo y, al mismo tiempo reducir el déficit.

Como argumento de autoridad, el portavoz económico del PP, se ha referido a la Comisión Europea, que prevé que la subida del IVA causará una recaída de la economía española en el tercer trimestre del doble de lo que prevé el gobierno, y provocará que la española sea la única gran economía europea que se contraerá en 2010.

Asimismo, ha hecho referencia a informes de expertos que afirman que la subida de dos puntos en el tipo general del IVA y de un punto en el tipo reducido provocará una caída de la producción de unos 9.100 millones de euros, un 0,91% del PIB, en el primer año de aplicación y tendrá un impacto recaudatorio muy bajo ya que provocará la reducción de la producción y por
tanto de los ingresos de los demás impuestos. Además afirma que la mayor parte del aumento de la carga fiscal recaerá sobre los pobres, los mayores y los pensionistas.

Frente a las subidas impositivas, Barreiro ha apostado por la recuperación de la confianza, tanto a nivel nacional como internacional. Algo, dijo, para lo que el Gobierno de Zapatero es el principal problema.

En su réplica a Elena Salgado, el senador del PP ha asegurado que el plan del Gobierno para reducir el gasto llega tarde y, lo que es peor, no es creíble por sus excesivamente optimistas previsiones macroeconómicas. Asimismo, apostó nuevamente por la reforma de la Ley de Estabilidad Presupuestaria, para que se impongan techos de gasto de obligado cumplimiento a todas las administraciones del Estado.