Aboga por mejorar y revisar todos los mecanismos para la defensa de civiles porque las guerras han cambiado: "Hay menos, pero mucho más complejas".
El portavoz adjunto de Cooperación Internacional para el Desarrollo del GPP, Ignacio Uriarte, avaló hoy el Proyecto de Ley de modificación de prohibición total de minas antipersonal y armas de efecto similar -que el Pleno del Congreso sometió a debate de totalidad-, como "un paso más" en favor de los Derechos Humanos respecto del libre comercio de armas en un escenario en el que las guerras "son más complejas".
En su intervención en el Pleno, el diputado popular celebró que en España haya una "estricta" legislación de la que "debemos sentirnos orgullosos" porque tiene uno de los más avanzados sistemas de control y seguimiento del comercio de armas y material de doble uso que "ha inspirado incluso al Tratado de Comercio Internacional de Armas aprobado recientemente en Nueva York".
Uriarte dio así la bienvenida a la nueva norma española para erradicar las bombas de racimo que supone "un paso más" en el compromiso del Gobierno en este ámbito, que da cumplimiento a una reivindicación histórica liderada por la ONU y que ha sido apoyada "desde el primer momento" por el Gobierno de España y que, además, "nos hace más humanos con nuestros semejantes y nos sitúa en un compromiso internacional que nos explica como país que cree en el futuro".
Uriarte repasó las cifras de damnificados por las bombas de racimo que cada año causan más de 100.000 víctimas entre muertos y heridos graves. "Se calcula que entre el 10 y el 40% de estas municiones no estallan y quedan dispersas en inmensos radios de terreno hasta largo tiempo después del conflicto, convirtiéndose en trampas para los niños que se ven atraídos por sus formas llamativas y de mujeres y ancianos que se dedican a la agricultura", alertó.
El diputado popular abordó los cambios producidos en las zonas de conflicto, desde las grandes guerras de los años 80 y 90, como las Bosnia-Herzegovina, Ruanda o Somalia, hasta las de nuestros días. "La guerra ha cambiado: hay menos conflictos pero han aumentado en su complejidad de causas y de posibles soluciones y, por tanto, los mecanismos para defender a seres humanos deben ser revisados y mejorados", explicó el diputado popular.
Y para legislar la guerra y erradicar "ciertas prácticas militares protegiendo a la población civil e inocente", Uriarte habló del Derecho Humanitario Internacional que, explicó, se basa en tres grandes principios, a saber: asistencia humanitaria, limitación del uso de la fuerza y limitación de armas químicas, bacteriológicas o trampa, además del establecimiento de la distinción entre combatiente y no combatiente.