Pedimos controlar los problemas físicos o psíquicos que limitan la capacidad de conducción para “seguir reduciendo la mortalidad en las carreteras”

Hoy, mediante una Proposición no de Ley en la Comisión de Seguridad Vial

La portavoz adjunta de Interior del Grupo Parlamentario Popular, María del Mar Blanco, ha pedido hoy, mediante una Proposición no de Ley, controlar los problemas físicos o psíquicos que pueda tener una persona, que limitan la capacidad de conducción, para “seguir reduciendo la mortalidad en las carreteras”.

Como ha explicado la portavoz popular, “la expedición de la autorización para poder conducir un vehículo de cualquier tipo está supeditado a una serie de revisiones periódicas que comprueba las aptitudes psicológicas de los conductores”.

Sin embargo, ha apuntado María del Mar Blanco, “entre una revisión médica y otra, el conductor puede sufrir una variación de su estado de salud que le puede obligar a no conducir durante un tiempo”. 

“En este caso la persona implicada, su familia y el personal sanitario son los únicos que conocen su estado de salud”, ha indicado Blanco, quien ha apostillado que “las personas pueden ocultar esa enfermedad ante el temor de perder el carnet de conducir”.

Por ello, María del Mar Blanco ha considerado “muy importante que, ante una situación como esta que puede perjudicar las capacidades sensoriales de los conductores poniendo en riesgo la seguridad vial, la enfermedad se de a conocer a la DGT para que evalúe las cautelas a adoptar”.

“No se puede obviar una realidad que afecta a todos”, ha afirmado la portavoz popular, al tiempo que ha asegurado que “esta situación debe ser conocida ya analizada para obtener la oportuna conclusión y así reducir la siniestralidad de nuestras carreteras”.

De esta manera, ha subrayado María del Mar Blanco, “se conseguirá una mayor seguridad en nuestras carreteras con la vista puesta en seguir disminuyendo de forma constante la pérdidas de vidas humanas en las carreteras españolas”.  

Por último, ha reiterado la “necesidad de implicar a la población conductora de la grandísima responsabilidad que se tiene cuando se padece una enfermedad que disminuye las capacidades para la conducción”.

“La persona a los mandos de cualquier vehículo debe llevar su control de manera atenta, en plenitud de sus facultades para desarrollar una conducción normal y sin riesgos”, ha concluido.