Matarí asegura que en el Gobierno de Sánchez “sobra ideología y falta buena gestión, planificación y diálogo” en materia de agua

Insiste en la necesidad de alcanzar un Pacto Nacional del Agua, que liderará el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo • Responsabiliza a la vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, de que España no esté preparada para afrontar la sequía, con graves consecuencias para la agricultura y la ganadería, la industria, el turismo, la hostelería y el medio ambiente 

Sostiene que el Ejecutivo lleva cinco años equivocándose con la política de agua, anteponiendo la ideología a los intereses generales y anunciando “una y otra vez inversiones millonarias, pese a que en dos años y medio, con 550 millones disponibles, solo están en ejecución dos de las 82 obras de regadío comprometidas” 

Lamenta que el Gobierno presente cada año presupuestos históricos, que luego no se ejecutan y se pregunta por qué no lleva a cabo las obras que son de su competencia; y lo ejemplifica en Almería, donde en 2021 tan solo invirtieron el 4% de lo presupuestado 

Denuncia que, pese a que nuestro país no cuenta con las infraestructuras necesarias, el Ministerio que dirige Ribera destruyó 108 presas en 2021 y le reprocha que haya reunido a la Mesa de la Sequía “tarde y mal”. “No adoptan ninguna decisión y no asisten ni el ministro de Agricultura ni usted”, critica

• Advierte de que “los problemas no se solucionan haciéndose fotos en Doñana ni viajando en Falcon o helicóptero para veranear en Las Marismillas”. “Eso sí es de señorito”, añade Matarí tras lamentar que lo único que ha hecho la ministra por el parque ha sido “conceder una entrevista para insultar al presidente de la Junta y autorizar en 2011 el almacenaje de gas” 

“Dejen de insultar al Gobierno andaluz y planteen alguna propuesta. Hagan caso al señor Guerra. Si lo hicieran, mejor le iría a España”, asegura

 Valora que se busquen soluciones a los problemas que no han resuelto 38 años de socialismo en Andalucía. “Eso sí es responsabilidad”, concluye