“Desde el Grupo Popular siempre hemos defendido un Pacto Nacional por el Agua; un pacto que pueda dar futuro a toda España”
La senadora del Grupo Parlamentario Popular y vicesecretaria de Desarrollo Sostenible del PP, Paloma Martín, asegura que “la izquierda radical nos gobierna frente a sus propias contradicciones: No hay conexión alguna entre sus discursos y sus actos.
“Hoy nos traen un tema de Estado, cuando es el propio Gobierno de España quien contribuye a debilitar el Estado porque es el precio que ha pagado por llegar a La Moncloa, ¿qué cabe esperar?”, apunta.
Paloma Martín afirma que “la moción que hoy traemos es un ejemplo más de la falta de visión de Estado del señor Sánchez y de la arbitrariedad de sus decisiones”.
“Para la izquierda el agua es una cuestión puramente medioambiental, mientras que para el Partido Popular el agua es un tema de Estado. La gestión del agua necesita liderazgo político y consenso. No necesita enfrentamiento entre territorios. No necesita enfrentar ecologistas y campo”.
Remarca que “desde el Grupo Popular siempre hemos defendido un Pacto Nacional por el Agua; un pacto que pueda dar futuro a toda España”.
“El Sr. Sánchez, en su dogmatismo y en su frustración de perder de forma consecutiva las elecciones en la Comunidad de Madrid, ha tomado la decisión de arremeter contra los madrileños también a través del agua”.
Recuerda que el Gobierno de Sánchez ha aprobado el Plan Hidrológico del Tajo para el ciclo 2022-2027 en el que reduce la capacidad hídrica de la Comunidad de Madrid. “Pone en peligro el abastecimiento de agua de 1.700.000 madrileños”, denuncia Martín.
Resalta que “el trato discriminatorio a Madrid pone en riesgo el suministro de agua y por tanto el crecimiento de la región”.
“Este fin de semana, el Sr. Sánchez ha hecho volar el Falcon de La Coruña a Santiago (70 Km de distancia) para ahorrase un trayecto de tren de 28 minutos, o uno en coche de 40. Las emisiones del vuelo son el equivalente a todas las emisiones que se liberan a la atmósfera para depurar el agua de toda la ciudad de Ferrol al día, más de 10.000 m3 de agua depurada”.
Por último, Paloma Martín subraya que “no es que no haya política de Estado, es que hay arbitrariedad en la toma de decisiones. Las aguas no es que bajen revueltas, es que bajan turbias y las aguas turbias no se pueden beber”.