Mariano Rajoy: “Nunca he tenido un interlocutor que me pidiera cosas imposibles o que pasara por encima de la ley”

El presidente del Gobierno responde a las preguntas de la oposición en la segunda parte de la Sesión de Control al Gobierno

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, responde a las preguntas de los grupos en la sesión de control
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, responde a las preguntas de los grupos en la sesión de control

Durante la segunda Sesión de Control al Gobierno celebrada este miércoles, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha respondido a los grupos de la oposición sobre la situación y crisis actual vivida con Cataluña.

Tras guardar un minuto de silencio por las víctimas del terremoto de México, Rajoy ha contestado a la portavoz del Grupo Socialista, que “la justicia es un servicio público y uno de los pilares de nuestro Estado de Derecho”. Asegura que los presupuestos para esta han aumentado en los últimos tiempos de manera importante”.

Seguidamente, el presidente del Gobierno ha replicado al Diputado de Esquerra, Gabriel Rufián,  asegurando que “el Gobierno está haciendo lo que debe de hacer, está cumpliendo con su obligación y lo seguiremos haciendo hasta el final”. Además le ha acusado de no saber lo que es el Estado de Derecho así como su significando, asegurando que “le trae completamente sin cuidado”. El jefe del ejecutivo ha querido aprovechar el momento para pedir que se dejen de lanzar amenazas sobre sobre jueces, alcaldes, policías locales y personas que no piensan como ellos, porque ahí, afirma, “ya estamos hablando de atentados contra derechos individuales de las personas”.

Finalmente y en respuesta al Diputado Aitor Esteban Bravo, Rajoy ha declarado que ha hablado con el presidente de la Generalitat en muchas ocasiones pero solo le ha dado una posibilidad: “referéndum sí o sí”. “No se puede conceder un referéndum con el único objetivo de liquidar la soberanía nacional”, ha explicado.

Añade que “es necesario no olvidar nunca lo que ha sucedido ya que no tiene precedentes en la Europa democrática”. Sostiene que “si se permite el atropello de las normas, de las leyes, de nuestras prácticas democráticas, solo nos queda la injusticia y la arbitrariedad”.