El Grupo Popular dice que la deuda publica española no puede calificarse como odiosa porque es legítima

Hoy, en el Pleno del Congreso

La portavoz adjunta del Grupo Popular, Matilde Asian, destacó hoy que al PP "no le gusta" el importe de la deuda pública española, pero que esa deuda no puede ser calificada como odiosa, ya que es "una deuda legítima contraída por un Gobierno legítimo".

Así, recordó que el anterior Ejecutivo socialista decidió "salir de la crisis a golpe de crédito, y no hemos salido de la crisis pero nos hemos quedado con la deuda".

Durante su intervención en el Pleno del Congreso, la portavoz popular explicó que nuestro ordenamiento jurídico "impide implementar esta Proposición no de Ley", por tres razones fundamentales: "La primera, porque la deuda pública en nuestro país tiene que estar autorizada por Ley, la segunda es que nuestro marco constitucional exige prioridad absoluta al pago de la deuda pública, y la tercera y no menor, porque las emisiones de deuda pública no son finalistas y por tanto resulta totalmente imposible conocer cuál es la finalidad última de cada uno de los importes en los que se ha colocado la deuda".

"¿Dónde está la deuda? En el balance de los bancos ¿Qué pasaría si hacemos una quita unilateral de esa deuda? Pérdida de confianza, quiebra de los bancos y el Gobierno tendría o que dejarlos caer o pedir un nuevo rescate. En esas circunstancias nadie nos iba a prestar el dinero, y lo único que lograríamos es más paro, recesión y empobrecimiento para todos", manifestó.

Asimismo, Asian señaló que la Proposición no de Ley debatida "implica un reconocimiento explícito a la necesidad de la Ley de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera, al reconocer que la deuda pública es una rémora para la actividad económica y la causante de que no fluya el crédito a la economía privada, las empresas y las familias, y reconoce la necesidad de frenarla".

En este sentido, aseguró que "me encantaría que en esta Cámara todos estuviéramos de acuerdo" en algo tan importante como el control de la deuda, porque "sumando déficit tras déficit lo único que logramos alcanzar es más deuda y, por tanto, falta de crecimiento y desempleo".