Titulares de Cayetana Álvarez de Toledo en la Interparlamentaria del PP
- El miércoles visité a un gran policía. Estaba en el hospital. Recordaba bien el fuego, la violencia, el terror, el golpe que recibió. Me dijo: “pudimos con todos”. Y es verdad que pudieron.
- Ellos son realmente nuestros escudos, los defensores de nuestra democracia. Por eso ayer pedimos al Gobierno que condecore a los policías que defienden la libertad en Cataluña.
- Yo quiero decirle a él, a ellos, a todos los servidores del Estado y a todos los constitucionalistas, que nunca más se sentirán solos. Siempre contarán con nuestro amparo, apoyo, reconocimiento y protección.
- El cansancio español es lo que más beneficia al nacionalismo y lo que más perjudica a la libertad. No debemos bajar la guardia, luchemos por nuestra libertad. Así lo exigen razones de solidaridad, pero también de egoísmo. Lo que está sucediendo tiene un efecto de epidemia y contagio más allá de Cataluña. Los vascos y los navarros lo saben bien. También en la Comunidad Valenciana y en Baleares.
- Ayer vimos como se unió en Barcelona una aberrante alianza antidemocrática para promover la ruptura de España. Y esa alianza tiene un denominador común: todos están contra España y todos están con Sánchez. Todos quieren que pierda España y todos quieren que gane Sánchez. Por eso Sánchez no puede frenar esa aberrante alianza: gobierna con ellos, es presidente gracias a ellos.
- Mañana hay una manifestación en Barcelona. Exijo al PSC y al conjunto del PSOE un mínimo de coherencia: si marchan con los constitucionalistas tienen que marcharse de los pactos con los anticonstitucionalistas.
- Se está produciendo en Cataluña -y en muchos sitios de España- un rearme moral del constitucionalismo. Y eso ocurre porque al nacionalismo catalán se le ha caído su triple máscara: no es hegemónico, no tiene una justificación y no es pacífico.
- No es hegemónico porque no hay un solo pueblo. Hay otra Cataluña vibrante, empecinada, constitucionalista, tolerante, democrática y abierta que reclama su derecho a existir y poder de representación.
- No tiene justificación. Dijeron que les motivaba el expolio fiscal y, en realidad, están generando una ruina económica. La única motivación que de verdad se esconde detrás de sus proyectos es la xenofobia.
- Cuando ellos nos gritan: “fuera, fuera”, nosotros decimos “dentro, dentro”. Esa es la Constitución, juntos los distintos para ser libres e iguales. Un proyecto de humanidad, de decencia, de voluntad de convivencia dentro de un pacto común hecho por todos.
- Y no eran pacíficos. El nacionalismo siempre tiene un elemento de violencia estructural, de agresión al otro. No existe nada más violento que querer convertir a un vecino en extranjero.
- Una vez que se le ha caído la máscara al nacionalismo, ¿qué podemos hacer? Rearmar el Estado con un una clara estrategia constitucionalista para todo el territorio nacional. Eso son dos cosas: principios firmes y un plan de acción.
- Principios significa decir algo incómodo. La palabra diálogo es una palabra tan bonita como la palabra paz. Pero cuando nos dicen “dialoguen”, lo que de verdad queiren decir es “cedan”. Diálogo, sí, pero con los constitucionalistas, que son los que de verdad defienden la libertad y la igualdad de todos.
- Y un plan de acción: convertir el constitucionalismo en una política. Más Estado, no menos. Avanzar en el despliegue del Estado para fortalecer lo común.
- Ha dicho Santiago Abascal que con la crisis catalana convendría esperar a celebrar las elecciones. Es exactamente al revés. Sánchez nos ha regalado la oportunidad de acabar con su gobierno, con una etapa aciaga para el país. Lo haremos con esperanza porque tenemos la única alternativa, la mejor: Pablo Casado, un líder inteligente, tranquilo, patriota y valiente.
- Hagámoslo con coraje constitucional. Por nosotros, por el conjunto de los españoles y por ese policía que se jugó la vida para defender nuestra libertad, nuestra igualdad, y nuestro derecho a seguir siendo españoles.