En Burgos, en el XVIII Congreso Nacional de la Empresa Familiar
- El presidente del Partido Popular se compromete a revisar “cada una de las 97 subidas de impuestos de estos años” y defiende que “se puede bajar si se gasta mejor y si nadie malgasta en el Gobierno”
- Sitúa como “el cambio más urgente que necesita nuestro país” la recuperación de la honestidad en las instituciones y reivindica que “sin honestidad no hay ejemplo y sin ejemplo no hay autoridad moral”. “La política no puede pedir sacrificios a los ciudadanos mientras tolera abusos en sus propias filas”, sostiene
- “No hay mayor inmoralidad en política que castigar al que cumple y beneficiar a quien abusa”, subraya, antes de advertir que “la corrupción no solo roba dinero, roba energía moral”. “Y un país agotado moralmente nunca puede prosperar”, apostilla
- Lamenta que “se recauda más que nunca, pero se vive peor”, remarcando que “el 90% de los españoles han perdido poder adquisitivo” y que el Gobierno lleva tres años sin presentar los Presupuestos Generales del Estado. “Presupuestar es decidir. No presupuestar es rendirse al desgobierno”, zanja
- Denuncia que “los mismos que piden facturas y comprobantes son los que no vieron –o no quisieron ver– la corrupción más cercana”, y recuerda que “cada euro que gestiona un Gobierno viene del esfuerzo de alguien, y eso merece respeto, rigor y decencia”
- Critica que con Sánchez “España es el tercer país de la Unión Europea con mayor incremento de la presión fiscal”, y denuncia que los españoles paguemos más de 142.000 millones de euros más al año en 2024 que en 2018, “más de un 42% más”
- “No hay justicia social si el que trabaja paga cada vez más y el Estado gasta cada vez peor. El Gobierno presume de recaudar más, pero eso no es un éxito: es un síntoma de abuso”, afirma
- Advierte del auge de la “cultura del desánimo” en “un sistema que hace que la sociedad se apague” y en donde parece no haber diferencias “entre trabajar y no trabajar, cumplir y no cumplir, ser honesto o aprovechado”. “El Estado debe ayudar, claro que sí, pero la ayuda debe ser un impulso, no una rendición. El subsidio no puede convertirse en un modelo de vida ni en una herramienta de poder”, ataja
- Reclama “menos trabas y más certezas, menos ruido y más rumbo, menos burocracia y más respeto” y propone suprimir “tres normas por cada nueva que se apruebe, acabar con la “maldición del empleado 50 que lastra a las pymes” y reducir las cargas informativas a las empresas
- “En España tiene que merecer la pena trabajar”, reitera con una frase ya convertida en mantra el líder del PP, quien reivindica que “el trabajo es la base de la autonomía, de la libertad y del respeto a uno mismo”. Y concluye: “Gobernar es trabajar para que los que nos sigan encuentren una España mejor que la que nosotros encontramos”