Feijóo expone la doble moralidad de Sánchez: No se puede ser adalid contra la prostitución cuando se ha beneficiado de ese abominable negocio

11 JUL, 2025

Durante una rueda de prensa en Barcelona

  • El presidente del Partido Popular asegura que él “no ha hecho una crítica sobre los negocios de la familia del presidente del Gobierno, sino una crónica sobre los hechos acreditados y publicados en nuestro país desde hace diez años”. “No voy a aceptar lecciones de moralidad desde la inmoralidad”, agrega
  • Señala que, si Sánchez pretende convertirse en adalid en contra de la prostitución, lo mínimo que tiene que hacer es “tener la humildad para reconocer que, durante una época de su vida, la prostitución le vino bien en el ámbito personal y patrimonial”
  • Destaca que la política española “no puede seguir pendiente de las redadas policiales en torno al Gobierno, de los informes de la UCO o de los interrogatorios en el Tribunal Supremo”. “Esto es incompatible con seguir siendo primer ministro en un país de la UE. Si yo me callase, sería cómplice; y para eso ya tiene a sus socios”, añade
  • Feijóo avisa de la ilegalidad de pactar en una “reunión de dos” un sistema de financiación sin contar con el resto de las comunidades autónomas: “El Gobierno no puede vivir de rodillas”
  • Advierte de que la vicepresidenta Montero no tiene capacidad para transferir el 100% de los tributos a Cataluña ni el presidente de la Generalitat dispone de la legalidad ni la capacidad para asumir ese compromiso. “A mí solo me vinculan los sistemas de financiación pactados”, apunta
  • Apuesta por “un sistema de financiación sólido y producto de un pacto”; no uno “impuesto por la necesidad de un Gobierno que no tiene mayoría para seguir gobernando el país” y emplaza a García-Page y a Barbón a que se pronuncien sobre la negociación “a dos” entre el Gobierno y la Generalitat
  • “Cataluña necesita más financiación y la tendrá, pero no en una sala en contra del resto del país. Eso simplemente es un atajo, una imposición y un parche abocado al fracaso; no es la solución”, concluye

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