El Senado exige al presidente del Instituto Cervantes que deje de actuar como “portavoz oficioso” del Gobierno y “cese” sus ataques al presidente de la RAE

26 NOV, 2025

En una moción del PP en el Pleno del Senado

El Pleno del Senado da luz verde a una moción del Grupo Parlamentario Popular en el Senado, por la que se exige a Luis García Montero, presidente del Instituto Cervantes, que deje de actuar como “portavoz oficioso” del Gobierno y “cese” sus ataques contra el presidente de la RAE, Santiago Muñoz.

La iniciativa, defendida por los senadores María José Ortega y Juan Ávila, condena de manera expresa las declaraciones y actuaciones del director del Instituto Cervantes por constituir una intromisión inaceptable en las competencias y autonomía de la RAE y por haber contribuido a la politización de una institución que debe regirse por principios de neutralidad y excelencia.

Para la portavoz de Cultura de los populares, María José Ortega, la moción llega ante la “necesidad de proteger la independencia de nuestras instituciones culturales”, ante la habitual “descalificación interna” de la que el Gobierno hace uso para “erosionar a quienes no se pliegan a determinadas agendas políticas”.

En este sentido, la senadora por Palencia también apunta al ministro de Cultura, que “cada día es menos ministro y cada día más comisario político, por ideologizar la cultura de arriba para abajo”.

Igualmente, responsabiliza al ministro de Asuntos Exteriores, de quien depende el Instituto Cervantes, a quién -como a todo el Gobierno-, “le incomoda que exista una institución que no pueda colonizar”.

Ironiza con que “utilizar el Instituto Cervantes para desacreditar a la RAE es como usar un diccionario para calzar una mesa”, a la vez que subraya que “las instituciones culturales del Estado no son un instrumento del Ejecutivo en apuros, ni son patrimonio de nadie. Son de más de 630 millones de hablantes”.

En este punto defiende la labor de la RAE y de su presidente, Santiago Muñoz, que “se permite de tener la osadía de criterios propios”, y lo pone como ejemplo de “independencia”, tal y como deberían ser “todas las instituciones”.

Argumenta que la defensa del presidente de la RAE “no es un acto de simpatía personal”, sino de “higiene democrática” y recuerda al Gobierno que la cultura “no es de su propiedad”.

SI GARCÍA MONTERO TUVIERA UN POQUITO DE VERGÜENZA HABRÍA DIMITIDO

Por su parte, Juan Ávila, defiende la labor del presidente de la RAE, Santiago Muñoz, y censura las declaraciones del director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, “por constituir una intromisión inaceptable en las competencias y autonomía de la RAE y contribuir de esta forma a la politización de una institución, así como una falta de respeto hacia su autonomía, su autoridad académica y su proyección internacional”.

Recuerda que, a la defensa del presidente de la RAE, además del PP, escritores relevantes como Álvaro Pombo, Arturo Pérez-Reverte o Fernando Savater también han manifestado su posición en contra de García Montero, “quién se ha visto muy sólo”.

Además de esta denuncia, el senador por Sevilla ironiza con los “negocios” de García Montero, que “ha recibido más del doble de premios desde que es director del Cervantes que en 40 años de escritor”.

Ante esta “intromisión inaceptable” y su “contribución a la politización de una institución que debe registrarse por principios de neutralidad”, el dirigente del PP recuerda que García Montero “reventó” el acto más importante para el Instituto, el Congreso de Arequipa en Perú.

Por todo ello, incide en que “si tuviera un poquito de vergüenza, ya habría dimitido” y si el ministro Albares “tuviera un poquito de dignidad, ya lo habría cesado”.