Álvarez de Toledo acusa a Sánchez de convertir España en una “democracia fallida” y querer colonizar la justicia “al no poder someterla” 

12 JUN, 2025

En el Pleno del Congreso 

  • La portavoz adjunta del GPP en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo, asegura que es un hecho “sin parangón ni precedentes en una democracia plena”, que el ministro de Justicia ampare a un presunto delincuente, el fiscal general del Estado, y llame prevaricador al Tribunal Supremo”. “Por sí solo, lo inhabilita”, sentencia 
  • “La reforma del acceso a la carrera judicial y fiscal no es una medida aislada, es un paso decisivo en el proceso de mutación de España de democracia plena a fallida”, remarca, al tiempo que agrega que “la palabra clave de esta legislatura es impunidad” 
  • Considera que su objetivo de la reforma es otro, “ganar el relato como su fiscal general”. “Quieren que cuaje la falacia de que la justicia en España no es plenamente democrática, afirma, a la vez que asegura que “siembran la insidia de que está secuestrada por una casta conservadora en su polémica jerga por fachas con toga”.” Lo dijimos en su día: Intentaron levantar un muro contra la derecha y se estrellaron contra el muro del Derecho”, remarca 
  • “Qué justicia poética que las dos corrupciones fundacionales de este Gobierno converjan en el mismo hombre: Santos Cerdán, el emisario a Waterloo y el presunto comisionista de obras públicas”, afirma 
  • Apunta que el Gobierno quiere enfrentar al pueblo con los jueces y a la democracia con la ley, “como si los jueces no fueran el baluarte del pueblo frente al poder, como si pudiera haber democracia sin ley” 
  • “Pedro Sánchez es un populista de manual, el verdadero burro de Troya de la democracia española”, afirma, a la vez que se pregunta “¿hasta dónde está  dispuesto a llegar; va a desobedecer a los tribunales y proclamarse por encima de la ley? ¿Tiene algún límite?”
  • Sostiene que esta Legislatura se puede resumir en “de pactar con un prófugo de la Justicia a proclamarse a sí mismos prófugos de la Ley. “Pedro Sánchez está abriendo heridas profundas en la arquitectura institucional española, algunas de ellas serán muy difíciles de curar, pero eso no justifica la resignación”, concluye