Tellado a Bolaños y Redondo: “No valen excusas. Asuman responsabilidades y dimitan. La alarma social son ustedes”

24 SEPT, 2025

En la sesión de control al Gobierno

  • El secretario general del PP, Miguel Tellado, explica que “el escándalo de las pulseras de los maltratadores exige respuestas, responsabilidades y dimisiones”. “Su negligencia ha puesto en peligro a mujeres maltratadas de nuestro país”, subraya
  • Durante su pregunta al ministro de Justicia en la sesión de control al Gobierno, pide al Gobierno que asuma “responsabilidades” y “dimitan sin excusas” Ana Redondo y Félix Bolaños. “Ana Redondo ya no debería estar sentada en este pleno, en esta sesión, en el día de hoy”, destaca
  • Pregunta a Bolaños si todavía mantiene “que en ningún momento los dispositivos dejaron de funcionar”, como dijo el pasado viernes y destaca que el escándalo es de tal magnitud que “se van a sobreseer y archivar causas por la incompetencia de este Gobierno”. “Y no será porque no hayan sido advertidos”, añade
  • Señala que el Gobierno no hizo caso de las muchas advertencias que recibió alertando de los problemas de las pulseras, como las del Observatorio contra la Violencia de Género, el personal técnico que trabaja con el sistema, abogados de víctimas, tribunales de justicia o la Guardia Civil. “Todo el mundo detectó el problema, menos ustedes que fueron los que lo causaron”, sentencia
  • Argumenta que el Gobierno está “situado y ubicado en el caos y en una total incompetencia”. “Esto es un suma y sigue de su Gobierno. Primero aprobaron una ley para beneficiar a depredadores sexuales, redujeron sus penas por la incompetencia del Gobierno mientras el brazo derecho de Sánchez gastaba dinero público en contratar a prostitutas en empresas públicas”, critica
  • Relata una información de El Confidencial que desvela que el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) avisó a Bolaños de los fallos de las pulseras y el Gobierno no hizo nada “porque dedicaba su tiempo a poner la mano en el fuego por Santos Cerdán”. “Son el Gobierno de la indignidad”, concluye