Así lo ha defendido el senador por Asturias, Mario Arias, en su intervención, en la que ha apelado a que “el patrimonio de la Cultura de la Sidra no sólo se centra en la bebida -bien conocida por todos-, sino que comprende su historia, ritos, usos y costumbres, paisaje, arte, etnografía, fiestas, patrimonio cultural y artesanía”.
Según recoge la UNESCO, el “patrimonio cultural inmaterial”, se manifiesta en particular en los siguientes ámbitos:
Tradiciones y expresiones orales, incluido el idioma como vehículo del patrimonio cultural inmaterial.
Artes del espectáculo.
Usos sociales, rituales y actos festivos.
Conocimientos y usos relacionados con la naturaleza y el universo.
Técnicas artesanales y adicionales.
“Todos estos requisitos que pide la UNESCO los recoge la Cultura de la Sidra”, subraya el senador Arias. Y añade que “la sidra une un país, rompe barreras y tabúes”.
Mario Arias ha solicitado que esta moción también busca impulsar uno de los motores económicos de la comunidad a la que representa en la Cámara Alta. “Esta iniciativa demuestra el compromiso del Gobierno y del PP con el sector sidrero, que ayudará a desarrollar el sector agroalimentario asturiano y fomentará la riqueza y el empleo”, ha recalcado Arias.
“El visitante que se acerca al Principado de Asturias y entra por primera vez en contacto con la sidra natural suele quedar prendado del ambiente, ritos o la consabida sociabilidad que suscita el producto en consonancia con la propia bebida y sus características”, ha destacado el senador asturiano.
En este sentido, Arias ha recordado los elementos que se dan alrededor de esta bebida: la pomarada, la propia manzana, el escanciado o el escanciador, el vaso, la sidrería, el chigre o el lagar, la espicha, el amagüestu (unión de la sidra y la castaña que marca el otoño), la verbena y la romería, el arte, la música (tonada y canción asturiana), cerámica y alfarería, tonelería y carpintería, así como el deporte de los bolos.
Para finalizar, el senador asturiano ha dejado claro que “la Cultura de la Sidra -que se ha transmitido de generación en generación- es merecedora de un reconocimiento de la UNESCO para que brille el orgullo de los asturianos, de Asturias y de España”.