Sémper alerta de que la corrupción del Ejecutivo de Sánchez se extiende ahora a gobiernos autonómicos como el navarro: “Todavía no conocemos la dimensión del escándalo”

19 JUN, 2025

Durante una entrevista en el programa Boulevard, de Radio Euskadi

  • El vicesecretario de Cultura y portavoz del Partido Popular exige a la presidenta de Navarra la asunción de responsabilidades tras conocerse las adjudicaciones de obra pública que beneficiaron, entre otras compañías, a una empresa de la que Santos Cerdán, íntimo de Chivite, tenía el 45% de las participaciones

  • “Ante estos casos, la única respuesta posible es máxima transparencia y asunción de responsabilidades al máximo nivel”, sostiene el portavoz del PP, quien conmina a los partidos que sustentan al gobierno de Navarra a que también exijan explicaciones sobre este asunto

  • “La corrupción huele y el presidente del Gobierno es el máximo responsable, como líder del PSOE y como jefe del Ejecutivo”, asevera Sémper, quien augura que “todavía no conocemos toda la verdad” ni la verdadera dimensión de este escándalo porque cada día se van conociendo nuevos capítulos de la trama. “Estamos ante la punta de iceberg”, añade

  • Insiste en que, ante esta situación de bloqueo que vive el país, el presidente del Gobierno debería dar la palabra a los ciudadanos

  • Advierte de que la falta de explicaciones por parte de Sánchez está provocado incluso el enfado entre sus propios socios de Gobierno y recuerda que, ante las informaciones publicadas durante los últimos meses, el Ejecutivo se ha limitado a tildarlos de bulo, hablar de fachosfera y atacar a los jueces

  • Considera que los partidos que sustentan al Gobierno se encuentran en un “periodo de duelo, interiorizando que todo lo que está pasando, además de afectar al PSOE, acabará manchando a los que están en su órbita y permiten que esto prospere”

  • Explica que, además de seguir controlando la acción del Gobierno, el Partido Popular continuará ofreciendo una alternativa de “esperanza, entendiendo y sosiego” para que La Moncloa “no sea un búnker, sino un generador de respuestas a los problemas de los ciudadanos” y plantear un proyecto de “entendimiento y no de choque”