Las reuniones fueron solicitadas por los dos partidos marroquíes, uno de ellos socio de la IDC (Internacional Democrática de Centro) de la que es vicepresidente Casado, y el otro partido asociado al PPE.
Casado ha recordado su prudencia a la hora de hablar de cuestiones de política exterior fuera de España y se ha remitido a sus declaraciones públicas en nuestro país respecto a las relaciones bilaterales. Ha informado sobre el registro de cinco preguntas parlamentarios del GPP para pedir explicaciones al gobierno de Pedro Sánchez sobre la entrada irregular, sin comunicar y con identidad falsa del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali.
Además, se ha comprometido a recuperar la tradición de que Marruecos sea la primera visita oficial cuando llegue al Gobierno, como han hecho todos los presidentes excepto Sánchez.
Pablo Casado ha pedido fortalecer la relación bilateral fundamental para el ámbito comercial, cultural, turístico, en materia de seguridad, energía, salud, agricultura y pesca.
El presidente del PP ha recordado que tuvo la ocasión de recibir a la Embajadora de Marruecos, Karima Benyaich, el pasado 24 de noviembre, tras las polémicas declaraciones realizadas por el entonces vicepresidente Pablo Iglesias.
El vínculo de Casado con Marruecos se remonta a su etapa como representante de España en la Unión por el Mediterráneo, y se ha comprometido a intensificar una relación de vecindad estratégica, que además es fundamental para la Unión Europea, el espacio atlántico, la región del Magreb y el continente africano.