En Cuba, el mercado de trabajo está fuertemente intervenido por el gobierno. Así, no se contrata directamente con el trabajador, no se acuerdan con él, las condiciones del trabajo, ni la retribución, ni el reconocimiento de la productividad, ni otras características de interés en toda relación entre empleado y empleador.
Por cuanto, que en medios de comunicación y otros ámbitos, se observa el proceso negociador como una oportunidad de reactivación económica de ese País, la situación del trabajador cubano debe estar en el ánimo de los equipos negociadores y de todo el que pudiera concebir beneficiarse de un acercamiento de las democracias a la dictadura cubana.
Cuba en la negociación busca: reactivar su economía colapsada por un modelo fracasado, resolver la crisis social que se genera en la Isla por el fracaso económico y así evitar una crisis política consecuencia de todo ello.
Así parece, que puesto que es posible dentro del actual modelo constitucional de Cuba, se deba presionar para que los trabajadores puedan asociarse libremente para la defensa de sus legítimos derechos y acabar con el monopolio sindical y el modelo actual. Ello puede ser un paso firme y grande hacia un espacio de libertad que permite el desarrollo integral del hombre. También del cubano.
Teófilo de Luis
Secretario Cuarto de la Mesa del Congreso