En la Comisión de Investigación por el caso Koldo-Ábalos-PSOE
- El portavoz adjunto del Grupo Parlamentario Popular, Gerardo Camps, afirma que las informaciones que aflora en la Comisión de Investigación del caso Koldo-Ábalos-PSOE permiten establecer que “la trama se valió de un sistema de gestión corrompido, donde ni se controla, ni se rinde cuentas. Y donde muchos lo sabían y todos callan”.
- El dirigente popular se expresa así tras la comparecencia del controller financiero y de personal de Tragsatec, Sergio Bote, quien ha confirmado que Jésica Rodríguez no fichó mientras estuvo contratada en la empresa pública, a pesar de los requerimientos del departamento de personal.
- “No estamos ante una mera disfunción administrativa. No es una anécdota, ni un error puntual. Es la evidencia de un sistema corroído, en el que los principios de mérito, capacidad y transparencia han sido suplantados por redes de influencia, dedazos encubiertos y opacidad institucional”, asevera.
- El senador del PP hace hincapié en que todo esto se ha producido “en el marco de una contratación pública gestionada por una empresa instrumental del Estado, sufragada con dinero público, y cuya actividad debería ser un ejemplo de rigor”.
EL CORREO FANTASMA QUE APUNTA A ADIF
- Gerardo Camps centra el foco en el “correo fantasma” contra Sergio Bote, procedente de Adif, indicando que “parara” de requerir los fichajes de Jésica, ‘la sobrina’ de Ábalos, adscrita precisamente a la presidenta de Adif, Isabel Pardo de Vera.
- “Cuando se pregunta por ello aparecen respuestas evasivas, nadie encuentra ese correo, mientras, en paralelo, se cierran auditorías internas que persiguen cargarle el muerto a alguien”, advierte el portavoz adjunto del PP.
- En palabras de Camps, “se evidencia una manera de operar que se repite bajo distintos nombres pero que responde a un uso clientelar de las instituciones, con una opacidad deliberada y captura de los resortes administrativos por intereses personales o políticos”.
- El senador valenciano da un paso más allá y denuncia que “lo verdaderamente escandaloso es que nadie hizo nada para impedir estos hechos, nadie levantó la voz y nadie activó ningún protocolo, pero sí se emitían partes de horarios, se certificaban trabajos y se facturaba al cliente”.
- Antes de concluir, Gerardo Camps incide en que el caso de Jésica “no es más que la radiografía de un modelo corrompido” y asevera que “esta Comisión no va a cejar en el esfuerzo de destapar la corrupción, aunque la verdad incomode a algunos”.