El ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente y miembro del Comité Ejecutivo del PP, Miguel Arias Cañete, ha asegurado esta tarde que “corregir las deficiencias del sector agroalimentario se ha convertido en una prioridad básica, si lo que queremos es mantener y potenciar un sector tan competitivo o más como el actual, y que genere riqueza y empleo de calidad”.
Durante su intervención en la mesa “Desafíos y futuro del sector agroalimentario español” en la 19 Interparlamentaria Popular, el ministro ha expuesto los desafíos a los que se enfrenta el sector agroalimentario español y sus posibilidades reales de futuro.
En este sentido, Arias Cañete ha apuntado que hasta hace poco tiempo, el sistema agroalimentario español se ha desenvuelto en el marco de la Unión Europea, disfrutando de las ventajas de protecciones frente al resto del mundo, gracias a las preferencias comunitarias y otras medidas igualmente favorables, como las ayudas directas y las restituciones a la exportación.
Sin embargo, “conforme se ha extendido el proceso globalizador, la competencia se ha ampliado a nivel mundial, con la dificultad añadida de que, a pesar de los esfuerzos de las organizaciones internacionales, no todos jugamos con las mismas reglas”, ha señalado.
En este contexto, Arias Cañete considera que España cuenta con un sistema agroalimentario cuyos principales productos de exportación presentan tendencias positivas y puede hacer frente a los desafíos de un mercado globalizado. “Y, de hecho, lo está haciendo de manera solvente”, ha precisado.
Según ha indicado el ministro, este buen comportamiento procede principalmente de las explotaciones agrarias y las pequeñas y medianas industrias agroalimentarias, “cuya rentabilidad económica está lejos de satisfacer las expectativas razonables, redundando en la capacidad para invertir e innovar, en la desafección de la juventud hacia las tareas ligadas a este sector y, en definitiva, en su continuidad futura”.
Para el ministro, “la razón de esta aparente contradicción entre un sector globalmente potente y unos componentes básicos con expectativas económicas poco atractivas hay que buscarla en su configuración dual”. Es decir, “frente a una concentración en los componentes de cabeza y cola de la cadena (en la industria de medios de producción y en la distribución), existe una dispersión excesiva de la producción agraria”, ha aclarado.
Por lo tanto, se trata de hacer económica y técnicamente sostenible la actividad agraria de las explotaciones y pequeñas y medianas empresas, así como diversificar los destinos de los productos españoles y vender en mejores condiciones.
A estos propósitos contribuyen las medidas que impulsa el Ministerio, como el Proyecto de Ley de Integración de las cooperativas agrarias y otras entidades asociativas, el Proyecto de Ley de medidas para mejorar el funcionamiento de la cadena alimentaria, el Programa de Innovación, Investigación y Desarrollo para el sector agroalimentario y las líneas estratégicas para la internacionalización del sector agroalimentario, líneas que se presentarán el próximo lunes.
Por último, Arias Cañete ha destacado que la citada estrategia va a contribuir a incrementar las exportaciones, mejorar sus resultados económicos y favorecer una mayor presencia e influencia de la industria y la distribución española en mercados internacionales menos explorados.