En el Pleno del Senado, en una interpelación a la vicepresidenta segunda
del Gobierno y ministra de Trabajo
El portavoz adjunto del GPP, Gerardo Camps, se dirige a Yolanda Díaz
y asegura que “gobernar no es resistir, es servir; y un Gobierno que no
reconoce la pobreza laboral, que se aferra a un relato sin pisar la
realidad, que maquilla datos mientras la gente sufre, es un Gobierno
que ya no sirve”.
Camps se pronuncia así en el Pleno del Senado, en una interpelación
a la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo y
Economía Social para que informe de las “medidas que tiene previsto
adoptar para garantizar que el empleo en España sea un factor de
inclusión y no una trampa de precariedad”.
Gerardo Camps denuncia que “este Gobierno no gobierna, se
tambalea; no inspira, decepciona; no transforma, resiste y quien resiste
por sobrevivir, deja morir al país que dice proteger”. “Lo único decente
que pueden hacer es irse y devolverle al pueblo español el derecho a
decidir”, añade el senador del PP.
Recalca que habla “en nombre de millones de españoles, de quienes
trabajan, pero no viven con dignidad; quienes cotizan, pero no
prosperan, quienes tienen contrato, pero no tienen futuro”.
“Esta es la paradoja del mercado laboral español en 2025: más empleo,
sí, pero menos esperanza”, asegura Camps, quien también denuncia
que tenemos “más afiliación, pero más pobreza; más datos para la
propaganda, pero menos dignidad para la gente”.
“¿De qué sirve un empleo que no permite comprar una vivienda, pagar
un alquiler, llenar la nevera, o planear una vida?”, pregunta a Díaz.
Remarca que el Gobierno repite como un “mantra” que España tiene
más empleo que nunca, pero “omite cuidadosamente una realidad cada
vez más sangrante” que, en nuestro país, “tener trabajo ya no es
garantía de salir de la pobreza”, como así lo reconocen los organismos
internacionales y lo denuncian las organizaciones sociales.
REFORMA LABORAL, FIJOS DISCONTINUOS Y PARO DE DOS DÍGITOS
“¿De qué ha servido la tan celebrada reforma laboral? ¿Ha corregido la
precariedad o simplemente la ha redefinido?”, pregunta Camps a la
ministra, tras lo que recalca que “cuando se sustituyen contratos
temporales por fijos discontinuos, pero mantiene la estacionalidad, la
incertidumbre y la inseguridad vital, no está reformando. Está
maquillando las estadísticas. Y eso no es gobernar, es simular”.
Gerardo Camps avisa de que “seguimos en cifras de dos dígitos en
datos de paro” y lo que es más grave – según los últimos datos de
Eurostat- es que “España no sólo lidera la tasa de paro general en toda
la UE, también encabeza el desempleo de jóvenes, mujeres y mayores
de 50 años”.
Se dirige a Díaz y le reprocha que “somos campeones en desempleo,
pero además en todas las franjas más vulnerables”. “Somos líderes en
exclusión estructural, en frustración generacional y en abandono de
talento”, asegura, tras lo que recuerda que, en el último año, más de
140.000 jóvenes han emigrado en busca de una oportunidad laboral.
Denuncia que el Gobierno “insiste en hablar de empleo estable”,
cuando la realidad es que “el número de personas con pluriempleo ha
alcanzado las 800.000, una cifra récord”; y la duración media de los
contratos, incluidos los indefinidos, no llega a los dos meses.
Camps alerta de que “el llamado reparto del tiempo de trabajo no
genera más valor, no mejora la productividad, no crea empleo
sostenible. Simplemente divide lo que ya existe”.
¿De verdad, vamos a seguir vendiendo como progreso, un modelo que
no genera más riqueza, pero sí más fragmentación, más precariedad y
más empleo parcial involuntario?, pregunta a Díaz, tras lo que señala
que “no necesitamos repartir miseria, sino multiplicar oportunidades”.
Censura que, pese al “triunfalismo” del Gobierno, los ciudadanos “aún
no sienten esa recuperación en sus bolsillos”, y lo que es peor, los
salarios han perdido poder adquisitivo real. “Los trabajadores son hoy
más pobres que hace cinco años”, añade.
Denuncia que “la presión fiscal ha subido cinco puntos del PIB desde
2019; y no sobre las grandes fortunas sino sobre las rentas del trabajo,
sobre la clase media y trabajadora, sobre quienes ya no pueden más”.
“¿Considera usted que un empleo que no permite pagar un alquiler ni
llenar la nevera puede calificarse de trabajo digno, si sigue
dependiendo del comedor social y no puede llenar la mochila de sus
hijos? ¿Qué tiene que decir a los más de dos millones de asalariados
que están en situación de exclusión social pese a tener empleo?”,
pregunta a Yolanda Díaz.