Durante la comparecencia del ministro de Asuntos Exteriores
- El portavoz de Asuntos Exteriores del GPP, Carlos Floriano, muestra su sorpresa por el anuncio del Gobierno de un presunto acuerdo sobre el contencioso de Gibraltar, “justo en la semana en la que se hizo público el informe de la UCO describiendo una estructura criminal vinculando a Santos Cerdán con la gestión y el reparto de sobornos”
- Reprocha al ministro Albares no haber puesto a disposición del Parlamento y de los alcaldes del Campo de Gibraltar, el Tratado “para que podamos examinarlo”, pero claro, “eso le exigiría dejar su jactancia y comportarse como un demócrata”, añade
- Acusa al Ejecutivo de no pensar en que “España sea cada vez más respetada y un aliado más fiable, sino en estar un día más sentados sobre el poder”. “Todo lo manosean: la Abogacía y el fiscal general del Estado, RTVE, el Consejo de Estado, el TC, a los jueces, periodistas y empresarios que no les aplauden”, sostiene
- Pide a Albares que “dejen de utilizar el asunto de Gaza para conseguir un puñado de votos a costa del sufrimiento de los gazatíes”. Apunta que si se ha aceptado un plan de paz “hagamos lo que sea posible para que llegue a buen puerto”
- A su juicio, el razonamiento del Gobierno es: “Gibraltar es rico, no les molestemos, que todo siga igual y que su prosperidad la compartan con nosotros. Derribada la verja que la riqueza fluya”
- Pregunta al ministro si quiere que España comparta “la prosperidad que procede del contrabando, la que deviene de un paraíso fiscal o la que procede de las agresiones medioambientes”
- Afirma que el PP quiere un acuerdo, pero no cualquier acuerdo, “sino el que salvaguarde los intereses de los habitantes del Campo de Gibraltar y del resto de los españoles”
- Explica que, con el Brexit, Gibraltar salió de la UE junto con Reino Unido y el Consejo Europeo determino que lo que se firmase entre UK y la UE sólo sería aplicable a Gibraltar si había acuerdo con España. Sin embargo, reprocha a Albares que no dé ningún paso en el terreno de la soberanía, al tiempo que se pregunta “¿qué oculta y qué hay detrás?”
- Critica que Albares no haya tenido a bien hacer una sola llamada, consulta, conversación o dialogo previo, ni una puesta en común de por dónde van los objetivos, como ya ocurrió con la histórica posición española sobre el Sáhara Occidental. “Una prueba más de que la política exterior para el Gobierno no es una política de Estado, sino de partido”, añade
- “El Gobierno de Pedro Sánchez solo puede ofrecer opacidad y claudicación”, sentencia, a la vez que asegura que “España merece firmeza, dignidad, transparencia y eso es lo que ofrece el PP, para asegurar que el futuro del Peñón y del Campo de Gibraltar no lo dilapide un gobierno incompetente”