En la sesión de control al Gobierno en el Congreso
- La vicesecretaria de Sanidad y Política Social reprocha a la vicepresidenta Aagesen que el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, “llamado a ser el ministerio de la previsión”, ha terminado siendo “el de la dejadez y la desidia”, y la responsabiliza junto a Teresa Ribera de “la factura que estamos pagando: la dana, los incendios y el apagón eléctrico”
- Señala que “el peor apagón es el demográfico”, con una tasa de natalidad de 1,12 hijos por mujer y un 30% de mayores de 65 años previstos en 2050, denunciando que el Gobierno “no sabe ni qué servicios públicos van a necesitar los españoles del futuro ni cómo van a pagarlos”
- Advierte de que “este problema no se arregla poniéndole un nombre a un ministerio ni elevándolo a vicepresidencia”, sino elevando a “política de Estado” el problema de la España vaciada. “Sánchez dijo que iba a ser de los pueblos territorios de esperanza y hoy la esperanza está más lejos”, resume, recordando que hay 1.417 municipios sin parada de autobús
- Asegura que “la política también es ejecución presupuestaria”, y denuncia que en 2024 “la señora Ribera dejó sin ejecutar 2.750 millones de euros” y que este año “10 puntos menos de ejecución que en estas mismas fechas”
- Acusa al Gobierno de “no salvar a la España vaciada, sino de condenarla”, mientras “la señora Ribera estaba más pendiente de Aldama y de su programa ‘Hola Pueblos’, por el que también se interesó la mujer del presidente”, recuerda
- “Mientras los pueblos se vaciaban, se llenaban los bolsillos de los imputados”, lanza
- “Este es su legado, que nos duele a los que somos de pueblo y lo ha hecho sin hablar con nosotros, ni con los agricultores, ni con los ganaderos cómo se puede trabajar por el mundo rural sin hablar ni escuchar a aquellos que vivimos en los pueblos y que queremos seguir haciéndolo”, argumenta
- Resume el legado de Teresa Ribera como “el de los jóvenes que se marchan, el de las cunas que se quedan vacías y el de las persianas que se cierran”, cuando, sentencia, “la única persiana que hay que cerrar es la de su Gobierno”