Mientras los demás países europeos ayudaban a sus bancos, el Gobierno socialista aseguraba que “teníamos el mejor sistema financiero del mundo”.
En lugar de acudir a un rescate a Bruselas, que hubiera sido lo más adecuado entonces, el PSOE autorizó la emisión engañosa y masiva de preferentes.
Con esta estafa pretendía salvar de forma improvisada la falta de liquidez de los bancos españoles.
El resultado: la estafa del Gobierno socialista ha costado pérdidas inasumibles para millones de ciudadanos.
Las participaciones preferentes son un producto financiero complejo. Su comercialización inadecuada ha provocado grandes pérdidas a pequeños ahorradores, que podían no saber qué estaban comprando.
En 2009 hubo 11.000 millones vendidos a accionistas en 23 emisiones.
El Gobierno ha aprobado medidas rápidas para proteger a los ciudadanos engañados:
– Lo primero que ha hecho el Gobierno es controlar por ley la comercialización de preferentes. Ya no se pueden vender sin la transparencia e información adecuada y sólo a inversores reconocidos.
– Ahora ha aprobado un sistema de arbitraje rápido para que los afectados de comercialización irregular puedan recuperar su dinero. El 50% de los afectados recuperarán la totalidad de su inversión en menos de seis meses.