1. Adoptar con urgencia un Plan global frente a la crisis
2. Fijar, a la mayor brevedad posible, un calendario para llevar a cabo las reformas estructurales que necesita nuestra economía y que deben inlcuir: un verdadero programa de austeridad; reforma del mercado de trabajo; reestructuración del sistema financiero y la definición de un modelo energético eficiente, competitivo y sostenible.