El PP ve "sorprendente" que Rubalcaba diga que "nunca" informó a Zapatero del chivatazo a ETA

Tras las respuestas remitidas por Interior a las 270 preguntas formuladas sobre el caso Faisán

Gil Lázaro señala que el hecho de que el vicepresidente diga que nunca puso a Zapatero al corriente de que la operación policial del 4 de mayo de 2006 se frustró por una delación policial "obliga a Zapatero a tomar alguna decisión inmediata"

El diputado del Grupo Popular, Ignacio Gil Lázaro, ha asegurado hoy que ve "sorprendente" que teniendo en cuenta la gravedad del escándalo del chivatazo a ETA el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, dijera que "nunca" informó al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de que la operación prevista para el 4 de mayo contra la red de extorsión de ETA se frustrara como consecuencia de la "delación policial".

Esa es la primera de las conclusiones que caben extraer de una de las 270 respuestas remitidas por el Ministerio del Interior -en concreto la 133- a otras tantas preguntas escritas que el diputado Gil Lázaro planteara el pasado mes de noviembre al también vicepresidente primero en relación con el caso Faisán.

Según indicó Gil Lázaro, el hecho de que una vez producido el chivatazo a ETA Rubalcaba haya dicho que "nunca" puso a Zapatero al corriente del mismo "obliga al presidente del Gobierno a tomar alguna decisión inmediata". "¿O acaso ese nunca sugiere que no hacía falta porque el presidente estaba en el conocimiento inicial?", se preguntó.

"Si esa fuera la sugerencia -continuó-, la acreditaría el propio presidente si después de conocer la respuesta de su ministro no adopta ninguna decisión".

También "sorprendente" resulta para el parlamentario popular que en sus respuestas -contestadas el último día reglamentario-, se desvele igualmente que Rubalcaba conocía desde el 8 de mayo de 2006 la existencia del chivatazo, lo que contrasta con que desde el 14 de octubre de 2009 haya venido negándolo ante el Pleno del Congreso.

Otra de las conclusiones más destacables a extraer de las 270 respuestas del Ministerio del Interior es que el ministro elude valorar si considera creíble o no el hecho de que un funcionario policial, un jefe superior de Policía y el director general de la Policía urdieran por su cuenta el chivatazo sin recibir órdenes superiores.

También sobresale el hecho de que el secretario de Estado de Seguridad nunca citara al director general de la Policía para que le informara sobre el chivatazo dado al dueño del bar Faisán una vez conocida ya la existencia de éste, lo que no deja de ser sorprendente.

Igualmente reseñable es que el ministro se haya amparado en que está abierta una investigación judicial para justificar que nunca abrió una investigación interna en orden de averiguar el chivatazo cuando es algo perfectamente compatible en el ámbito administrativo con las actuaciones judiciales.

Gil Lázaro subrayó también el hecho de que el ministro no sepa por qué el comisario general de Información, Telesforo Rubio, y el jefe accidental de la Unidad Central de Inteligencia, José Cabanillas, tardaran tres días en informar al juez sobre el descubrimiento del chivatazo y que eluda explicar si se adoptaron medidas disciplinarias contra ambos mandos policiales -que no se adoptaron- por la tardanza en poner a disposición del juez la información y los documentos relativa al chivatazo.

El parlamentario popular destacó también que de las respuestas a las 270 preguntas formuladas a Rubalcaba se afirma por parte del Gobierno que ni el ministro ni el secretario de Estado fueron informados el día 3 de mayo de la importantísima operación policial que se iba a ejecutar al día siguiente contra la red de extorsión etarra y que tampoco se les informara de la identidad de quienes iban a ser detenidos.

"Sorprende" del mismo modo que el Gobierno no ofrezca ninguna aclaración concreta más allá de decir que se "desconoce" al hecho de que si es cierto o no que un representante del Gobierno en las conversaciones de ETA -hoy miembro del CPGJ- manifestara acara a cara a los terroristas que el chivatazo se dio para blindar el proceso de paz.

Por último, destacó también la circunstancia de que nadie informara al ministro de que la operación prevista para el 4 de mayo de 2006 no se había podido realizar ese día, lo que sorprende a tenor de la importancia de la misma.