El PP destaca que Navantia, gracias al trabajo de Sepi, cumple ya las exigencias del contrato de Pemex

Hoy, en la Comisión de Industria en el Congreso

La portavoz adjunta de Industria del GPP, Tristana Moraleja, acusa al PSOE de haber dejado a la empresa pública a la deriva, con subactividad y abocada a pérdidas

La portavoz adjunta de Industria del Grupo Parlamentario Popular, Tristana Moraleja, acusó hoy al Gobierno socialista de haber dejado Navantia a la deriva y de no haberse anticipado al fin de la carga de trabajo prevista condenando a los astilleros españoles a una situación complicada.

Durante la comparecencia del presidente de la Sepi, Ramón Aguirre, en la Comisión de Industria del Congreso, Tristana Moraleja aseguró que "durante los últimos años del gobierno socialista, Navantia no supo hacerse con ningún nuevo contrato". Y de eso, fue responsable no sólo la dirección de Navantia; no sólo la Presidencia de la Sepi; sino "también el Gobierno anterior encabezado por su Presidente, el señor Rodríguez Zapatero", añadió.

La diputada popular explicó que "el hecho de no haber conseguido ningún contrato importante, junto a la realidad de que los que se estaban ejecutando llegaban a su fin, ha supuesto que la carga de trabajo descendiera exponencialmente".

"Ustedes lo sabían -dijo dirigiéndose a los socialistas- y esto no es política, es responsabilidad". "La situación en la que estaba Navantia cuando este Gobierno se hizo cargo de la misma era de una subactividad creciente, lo que empujaba a la compañía a arrojar pérdidas continuadas", aseveró.

Moraleja resaltó el esfuerzo llevado a cabo por el PP desde su llegada al Gobierno para invertir esta tendencia destacando, entre otras acciones, "la cantidad de acciones comerciales que se han puesto en marcha en esta etapa, más de 60 acciones comerciales en más de 30 países".

Por ello, la diputada coruñesa agradeció que el presidente de Sepi, Ramón Aguirre, haya confirmado no sólo la existencia de los contratos con Pemex suscritos gracias a la mediación política de la Xunta, sino también que "las tres cláusulas de cumplimiento de Navantia están ya coronadas y fueron hechas a satisfacción del armador antes del 31 de diciembre".

En este sentido, remarcó que "estos contratos abren las puertas a la colaboración con la cuarta petrolera del mundo, con unas necesidades para los próximos años, confirmadas por la propia empresa, de más de 400 buques de distintas características, y eso es lo importante para Galicia, paliar la descendente carga de trabajo", ha precisado Moraleja.

Dique Flotante
En relación al dique flotante de Ferrol, Tristana Moraleja tachó a los socialistas de "oportunistas" y les recordó que cuando gobernaba el PSOE en el Congreso se planteó la posibilidad de construir un dique flotante y dijeron que "las obras en el dique no pueden ser financiadas por los PGE", en alusión a una respuesta de la entonces vicepresidenta del Gobierno Elena Salgado a una interpelación del BNG en junio de 2011, que también ha recordado el presidente de la Sepi.

Moraleja aseguró tener constancia de que Navantia y la Sepi se estaban tomado este asunto con interés, como demuestran las distintas reuniones que se han celebrado con los agentes sociales.

El último de estos encuentros, celebrado el pasado día 4 de este mes en la Delegación de Gobierno de Galicia, recordó que se realizó una consulta formal a la Comisión Europea acerca de las posibilidades de financiación pública del dique, se avanzó en la propuesta que la Xunta de Galicia puso encima de la mesa, respecto a la posibilidad de que esta infraestructura se pudiera llevar a cabo por un pool de inversores público-privado, y se llevaron a cabo gestiones encaminadas al levantamiento del veto sobre la construcción naval civil que pesan sobre los astilleros públicos.

El PP ofreció todo su apoyo para que estas acciones lleguen a buen puerto. "Para la demagogia hay otros candidatos en esta Cámara", concluyó Tristana Moraleja, que, de todas formas, agradeció al portavoz socialista su aparente cambio de actitud y deseó que esas palabras se confirmen con hechos no sólo en Madrid sino también en Galicia.