Maroto: "La igualdad entre mujeres y hombres no es un derecho, sino una obligación"

El vicesecretario de Sectorial del PP, Javier Maroto, ha afirmado hoy que la igualdad entre mujeres y hombres no es un derecho, ni debe estar sometida a debate, sino "una obligación que debemos reclamar juntos". A su juicio, la mujer "debe tener un sitio especial, reconocido y equiparable al que ocupa el hombre".

Para alcanzar la plena igualdad entre hombres y mujeres, Maroto ha abogado por impartir la necesaria educación a las nuevas generaciones en este sentido, así como una labor pedagógica de todos, incluidos medios de comunicación, clase política y sociedad civil.

"La unidad en este asunto es un objetivo conseguible, por lo que el PP se quiere implicar en primera persona la hora de exigir la igualdad de derechos y obligaciones entre hombres y mujeres", ha enfatizado.

Antes de participar en la manifestación con motivo del Día Internacional de la Mujer en Madrid, el dirigente popular ha constatado que las sociedades "más avanzadas y que funcionan mejor" son aquellas en las que hay una equiparación en derechos y deberes entre el hombre y la mujer.

En relación al objetivo de la Organización de las Naciones Unidas conocido como 50-50, por el cual el 50% de los puestos de dirección de nuestro país deberían estar ocupados por mujeres en el año 2050, Javier Maroto se ha mostrado convencido de que "se puede conseguir mucho antes, es una cuestión de voluntad, de querer hacer efectivo algo que la sociedad española lleva reclamando mucho tiempo".

VIOLENCIA DE GÉNERO, EL PEOR DE LOS ESPEJOS DE LA SOCIEDAD
Por otro lado, ha calificado la violencia de género como "el peor de los espejos en el que una sociedad occidental se puede mirar", donde el hecho de que haya hombres que se consideran superiores a las mujeres pone en evidencia que "todavía queda un trabajo importante por hacer".

Precisamente por ello, ha pedido que los partidos políticos mantengan "como si fuese un pacto de Estado" la "unidad contundente" contra la violencia de género, tal y como reclama el conjunto de la sociedad española.