Análisis de la Ley de Economía Sostenible

Después de que se hayan destruido casi dos millones de empleos y de haber gastado más de cincuenta mil millones de euros en medidas discrecionales que no han servido para nada, el Gobierno reacio a acometer alguna reforma estructural de calado que dinamice los mercados, como la reforma laboral o la reestructuración del sistema financiero, presenta ahora como la panacea su Ley de Economía Sostenible.

Pese a que el Gobierno ha anunciado que la Ley se implantará a lo largo de varias legislaturas, no ha contado, una vez más, con el principal partido de la oposición y alternativa de Gobierno. La Ley recoge medidas que afectan al sistema educativo, a través de la reforma de la Formación Profesional, o al sector energético, a través del establecimiento de la vida útil de las centrales nucleares en 40 años y, pese a haberse adelantado la voluntad de alcanzar pactos de Estado en estas materia, el PP no ha sido consultado.

El texto del anteproyecto de Ley está plagado de medidas que el Gobierno lleva anunciando desde que comenzó la legislatura: transposiciones de directivas de la UE, principios y objetivos sin traslación a la realidad, y recoge incluso alguna medida que ya está en vigor y, si embargo, no aparece memoria económica.

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