Acto solemne de homenaje a las víctimas del terrorismo

Como cada 27 de junio, las Cortes Generales rindieron un sentido homenaje a todas las víctimas del terrorismo.

Acto homenaje a las víctimas del terrorismo
Acto homenaje a las víctimas del terrorismo

El día elegido no es casual, sino que coincide con la fecha del primer atentado perpetrado por la organización terrorista ETA en el año 1960, y que costó la vida a Begoña Urroz, una niña de tan solo dos años de edad. Aquel crimen inauguró el periodo más convulso de nuestra historia reciente.

Este homenaje que se celebra por sexto año consecutivo, da profundo sentido y cumplimiento a las palabras contenidas en el Preámbulo de la Ley de  Reconocimiento y Protección Integral a las Víctimas del Terrorismo el cual manifiesta que “la sociedad española y sus instituciones representativas no van a olvidar nunca a los que perdieron la vida, sufrieron heridas físicas o psicológicas o vieron sacrificada su libertad como consecuencia del fanatismo terrorista”.

Este año el solemne acto estaba especialmente empañado de dolor y tristeza ya que tuvo lugar un día después de los atentados terroristas perpetrados en Túnez, Kuwait, Somalia y Túnez, lo que vino a confirmar que el terrorismo yihadista es una amenaza global y que ningún país está a salvo de sufrir este tipo de ataques, porque los terroristas no discriminan a la hora de elegir a sus víctimas, procedan éstas de Europa, del norte de África o de Asia.

Ante el terrorismo debemos estar unidos, por ello, hoy una vez más, quiero poner en valor el Pacto de Estado alcanzado el pasado mes de febrero entre el Gobierno y el Partido Socialista Obrero Español, para luchar de manera más eficaz contra el terrorismo. Sin duda, este es el camino a seguir: unidad y consenso como instrumentos eficaces para derrotar al enemigo común de todos los demócratas como es el terrorismo.

De hecho, la unidad de los demócratas es lo que nos ha llevado a derrotar policialmente a ETA y la misma unidad es lo que nos va a permitir ganar la batalla del relato, porque es obligación de todos potenciar el esfuerzo en la construcción del relato de los hechos, pues no puede acomodarse la injusta idea de que sin atentados ya todo es admisible y todo está olvidado. Debemos impedir que quienes han causado tanto dolor difundan un relato basado en la mentira, la equidistancia y la impunidad. Las víctimas nunca quisieron formar parte esta historia de terror, se vieron obligadas a formar parte de ella por culpa de sus verdugos, de quienes teniendo libertad para defender sus ideas en el marco del Estado de Derecho, unilateralmente utilizaron la violencia. Respetar nuestro sistema democrático nos hace diferentes a ellos, nunca nadie podrá decir lo contrario, por tanto, este es el final que los demócratas debemos escribir, cualquier otro, atenta contra la dignidad de nuestros familiares.

Por ello, una vez más,  agradecer al Congreso de los Diputados la celebración de este acto de recuerdo y homenaje a las víctimas del terrorismo, muestra de  amparo y de cariño que nos reconforta  y nos orienta en nuestro firme convencimiento de que el sacrificio de nuestros familiares y el nuestro propio no habrá sido en vano.

Mar Blanco Garrido,

Presidenta de la Fundación Víctimas del Terrorismo