Rajoy expone a Barroso el "descontrolado" gasto público español ante la crisis

El presidente del Partido Popular critica que la actitud del PSOE ante la crisis se basa en el aumento del endeudamiento, la ausencia de reformas y la desconfianza en la sociedad civil

El presidente del PP, Mariano Rajoy, ha expuesto ante el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, la especial gravedad de la crisis económica en España y ha lamentado que, ante esa situación, el Gobierno español responda con un "descontrolado gasto público".

Rajoy ha criticado esa actitud en el transcurso de un desayuno de trabajo junto a Barroso, organizado en Varsovia por el Centro de Estudios Europeos en el Congreso extraordinario que celebra en la capital polaca el Partido Popular Europeo (PPE). Un día después de que Barroso se entrevistase en Bruselas con el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, el líder del PP ha subrayado ante el presidente de la Comisión Europea que el mundo sufre una crisis muy fuerte que, en España, consideró que es "especialmente fuerte".

Como ejemplo de esa afirmación recuerda que la tasa de paro en España es del 17 por ciento, que hay más de cuatro millones de personas desempleadas y que el déficit público está en el 8 por ciento. Asimismo, señala que ayer se conoció que el PIB ha retrocedido un 1,8 por ciento en España en el primer trimestre del año, lo que supone "el peor dato desde hace cincuenta años".

Frente a esa situación ha dicho que caben dos actitudes, la que encarnan los socialistas o la que representa el PP y el resto de partidos integrados en el PPE. A su juicio, la que lleva adelante el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero se fundamenta en el expansionismo del Estado, en un "aumento descontrolado del gasto público", el aumento del endeudamiento, la ausencia de reformas y la desconfianza en la sociedad civil.

Frente a ello, el PP defiende la austeridad, el apoyo a los emprendedores y abordar reformas estructurales. Ante la situación existente, reconoce que es probable que haya que tomar medidas excepcionales, pero advirtió de que Europa no debe perder una serie de referencias.

Entre ellas, continuar con el proceso de la estrategia de Lisboa, respetar el pacto de estabilidad, afirmar la independencia del Banco Central Europeo y ser conscientes de que los emprendedores, las pequeñas y medianas empresas, serán los que saquen a Europa de la crisis.

Además, recalca que las administraciones deben ser conscientes de que tienen que generar las condiciones adecuadas para que eso sea posible. Rajoy ha hecho una llamada a los líderes de Irlanda, República Checa y Polonia para que sus países procedan a la ratificación del Tratado de Lisboa, y, ante este asunto, invitó al PPE a lanzar el mensaje de que "ahora o nunca".

El presidente del PP confiesa ver con preocupación la próxima revisión de las políticas de gasto de la Unión Europea, y explicó que su partido no desea que haya recortes en las ayudas directas que reciben los agricultores comunitarios. "La defensa del campo y del mar es la defensa de los valores del PPE, del trabajo duro, del medio ambiente sostenible y de un modo de vida noble", ha explicado.

Para Rajoy, en la próxima legislatura del Parlamento Europeo se deben abordar los problemas energéticos y derivados de la lucha contra el cambio climático y ha de conseguirse un verdadero mercado interior del gas y la electricidad, con la armonización de las reglas del juego para garantizar la seguridad y la igualdad de condiciones de todas las empresas energéticas.

En ese contexto, ha abogado por una mayor capacidad de interconexión entre los Estados miembros de la UE, y consideró que los países desarrollados y los emergentes deben comprometerse contra el cambio climático. De ahí la importancia que Rajoy atribuye a la cumbre que sobre este asunto se celebrará en Copenhague a finales de año.

Rajoy apuesta también por hacer realidad los valores de la cohesión social europea y la solidaridad, que dijo que son una seña de identidad del Partido Popular Europeo y que será defendida por el PP ante las próximas elecciones europeas. Unos comicios ante los que se mostró convencido de que el PPE conseguirá un apoyo mayoritario que será bueno para Europa y para el mundo.