El PSOE habla de mejorar la gobernanza tras “la tropelía” de las adjudicaciones de Aznalcóllar

La portavoz de Cambio Climático del Grupo Popular, Belén Bajo, rechazó hoy que el PSOE hable en sus iniciativas de mejorar la gobernanza, en este caso concreto en la lucha contra el calentamiento global, después de que “en los últimos días estemos asistiendo a una de las mayores tropelías que puede hacerse a la gobernanza”, como las adjudicaciones de la explotación de la mina de Aznalcóllar.

Durante su intervención en la Comisión de Cambio Climático con motivo de una iniciativa socialista, la dirigente popular señaló que “gobernanza es lo que el PP lleva haciendo en los tres años y medio que lleva gobernando”, es decir, hacer las reformas necesarias para que nuestro país avance “hacia una economía baja en carbono, cree empleo de calidad, siga creciendo y sea sostenible económica, medio ambiental y socialmente”.

Bajo examinó los planteamientos introducidos por los socialistas en su iniciativa, como la petición de modificar la Ley 13/2005, por la que se regula el régimen del comercio de derechos de emisión de gases de efecto invernadero para determinar el destino de los recursos obtenidos. La dirigente popular desacreditó la propuesta socialista, pues la Ley 17/2012, de 27 de diciembre, de Presupuestos Generales del Estado ya establece el destino de los ingresos de las subastas, estipulando que “el 90% del ingreso estimado se dedicará a financiar los costes del sistema eléctrico para el fomento de las energías renovables, con un máximo de 450 millones”.

La misma disposición, recordó Bajo, “establece que se dedicarán para la política de lucha contra el cambio climático el 10% de los ingresos de subasta de derechos de emisión, con un máximo de 50 millones”, circunstancia que podría ser bien diferente sino se hubiera heredado “un déficit de tarifa totalmente insostenible”.

La iniciativa socialista propone igualmente la modificación del Real Decreto 1494/2011, por el que se regula el Fondo de Carbono para una Economía Sostenible a fin de aumentar la presencia de las Comunidades Autónomas. Según aclaró nuevamente Bajo, el Fondo de Carbono para una Economía Sostenible se financia a partir de los PGE, razón por la cual “su gestión supone una gestión del presupuesto del Estado”.

De hecho, explicó la parlamentaria popular, “ya hay un representante autonómico” que comporta, en este contexto, “un grado de participación suficiente de las Administraciones Territoriales, siendo superior al que se da en otros ámbitos de la Administración General del Estado y siendo igualmente superior al que las Administraciones Autónomas confieren al Estado”, dejando en manos del presidente de dicho órgano la potestad de invitar a representantes de las comunidades, “siempre que lo desee”.

En este punto, Bajo volvió a hacer un nuevo inciso para recordar que buena gobernanza, además de las reformas emprendidas por Rajoy para mejorar el país, es también “desarrollo sostenible”, justo lo contrario “al gasto sin control, al aumento del déficit y de la deuda y lo contrario, igualmente, a dejar a un país en la ruina más absoluta”.

Gobernanza no es en ningún caso, mencionó Bajo, “cómo se gestionó el almacén subterráneo Castor de 2008”. Tampoco es buena gobernanza, prosiguió, “el modo en que se ha adjudicado la explotación de la mina de Aznalcóllar”, con un procedimiento repleto de irregularidades, “saltándose la ley y sin el más mínimo rigor”, todo con el objetivo último de dejar “el yacimiento en manos de una empresa vinculada al PSOE”.

Tampoco puede llamarse mejorar la gobernanza “al fraude masivo en la concesión de subvenciones para los cursos de formación en Andalucía”, con más de cien detenidos a día de hoy, ni tampoco es mejorar la gobernanza “pactar a tres y hasta cuatro bandas” para desalojar al partido que ha ganado las elecciones. Por todas estas razones, subrayó dirigiéndose a los socialistas, “no es el mejor día, ni la mejor semana, para habar de mejorar la gobernanza, puesto que gobernanza es también el desarrollo institucional duradero y un sano equilibrio entre el Estado, la sociedad civil y el mercado de la economía”.

"Radicalizarse es la antítesis del equilibrio”, volvió a insistir Bajo en relación con los pactos de gobierno municipales y autonómicos, “y parece mentira y es hasta triste ver cómo un partido que era alternativa de Gobierno se está convirtiendo en un partido alternativo”. “Esto no es aumentar la gobernanza, sino reducirla”, apostilló, haciendo hincapié en que “el tiempo y los ciudadanos pondrán a cada uno en su sitio, porque lo que no quiere el ciudadano es que se vuelvan a políticas fracasadas ni a coaliciones con los radicales de extrema izquierda”.