El PP celebra que España “entre a formar parte del club de los países cumplidores” del Código Mundial antidopaje

Hoy, en el Pleno del Congreso

El portavoz de Deportes del GPP, Ángel González, ha celebrado que España entre a formar parte desde hoy del club de los países que asumen y cumplen con el Código Mundial contra el dopaje, gracias a la convalidación del Real Decreto, en el Pleno de este jueves, que adapta a nuestra normativa las modificaciones introducidas en el Código Mundial antidopaje de 2015. 

En su intervención en el Pleno con motivo del debate de la convalidación de esta norma, el parlamentario popular ha instado a combatir la erradicación del dopaje “con valentía, de manera decisiva y con determinación”, porque dota de credibilidad a los deportistas que “algunos interesados, y de manera infundada, les han querido restar en la consecución de los éxitos deportivos”, y porque dota igualmente de credibilidad al país, como país que cumple y asume la normativa internacional. 

Según ha manifestado González, con la convalidación de este Real Decreto se evidencia, entre otras muchas cuestiones, “el compromiso de hacer de nuestro deporte y de nuestra política de deporte un espacio de diálogo, encuentro y pacto”. 

La convalidación de este Real Decreto -ha explicado desde la tribuna-, nos viene a dar la herramienta que necesitamos para ser, en primer lugar, precoces en el diagnóstico, en segundo lugar férreos en el control del dopaje y, en tercer lugar, ser diligentes y efectivos a la hora de la lucha y la sanción del hecho”. 

González ha señalado que dicha norma echa sus raíces en dos cuestiones que la justifican, a saber: “La necesidad que tenemos como país de asumir y adaptar el Código Mundial Antidopaje, no como un mero formulismo sino como un compromiso fiable, tácito de lucha, realización y persecución del dopaje, y de todas y cada una de las prácticas deshonestas que desvirtúan la competición y ponen en riesgo la salud de nuestros deportistas”. 

Según ha precisado, “el dopaje no solo tiene su cara oscura en aquellas sustancias que se usan para mejorar el rendimiento deportivo, sino que tiene también un lado más oscuro si cabe, que son los daños temporales e irreversibles que dichas sustancias pueden provocar en la salud”. A estas dos razones, que “por sí solas justifican la naturaleza del Decreto”, González ha añadido una tercera cuestión: “La credibilidad de España como país comprometido en la lucha contra el dopaje, y la credibilidad de la que tienen que gozar nuestros deportistas”. 

“Son ellos”, ha dicho, “los que se merecen que los grupos políticos hagamos un esfuerzo” en este ámbito, a la vez que ha invocado “la responsabilidad de elevar el debate, y la obligación de ser flexibles en el mismo y tener empatía no solo entre los grupos de la Cámara, sino con el mundo del deporte”. 

“El deporte es trabajo, esfuerzo, sacrificio, superación, es competir y mejorar, establecer que los límites no existen si uno se propone día a día superarlos”, ha sentenciado, destacando que los deportistas conforman un ejemplo diario para los más jóvenes, por lo que el dopaje constituye una de las principales amenazas, pues “el dopaje significa tirar por tierra todo lo positivo y lo bueno que representa el deporte”. 

Además de todo lo anteriormente expuesto, el portavoz popular ha querido hacer hincapié en dos premisas básicas: “Los deportistas que recurren al dopaje con el fin de conseguir una gloria efímera, que luego se convierte en una condena social y en una censura, son los menos; y, en segundo lugar, la creencia firme en el compromiso ético de nuestros deportistas, no solo con el deporte en el que compiten o participan, sino también con el país al que representan”.

González, que ha agradecido “la responsabilidad” de todas las formaciones parlamentarias, no ha querido dejar pasar por alto en su intervención las intensas reuniones llevadas a cabo en la última semana por el presidente del Consejo Superior de Deportes, abriendo espacios conjuntos de trabajo, a la vez que ha vuelto a incidir   en la importancia de cumplir con la normativa internacional, que repercute de manera positiva en nuestra imagen como país en el exterior.