El PP asegura que lo que salva la imagen de España en el mundo son los deportistas y los cocineros

El portavoz de Exteriores del Partido Popular en el Senado, Alejandro Muñoz-Alonso,ha asegurado que "la política exterior de este Gobierno es francamente mejorable y tiene muchas más sombras que luces"

En su intervención, el senador popular hizo un análisis de la imagen exterior de España y concluyó que "los indicadores a que podemos acudir para intentar medir nuestro peso y nuestra influencia en el mundo no pueden ser, en este momento, más negativos".

 Para Muñoz-Alonso, la grave crisis económica que de forma específica sufre España está contribuyendo a una mala imagen del país, que aparece como el furgón de cola de Europa en asuntos como el paro, el déficit o la deuda pública. "Está muy extendida la opinión -indicó- de que este país nuestro es una casa mal llevada".

Muchos viajes, pocos resultados

Sobre la actividad exterior del Gobierno, destacó el hecho de que en esta legislatura de Zapatero el presidente y su ministro de Exteriores hayan incrementado sus viajes por el extranjero. "Por viajes no ha quedado", dijo, aunque añadió que con unos resultados "muy pobres".

Como ejemplo de esto último, el portavoz popular de Exteriores puso la lucha contra la pobreza o contra el cambio climático, "que están muy bien", como demuestra el hecho de que lo defiendan todas las democracias. El problema del Gobierno español, según el PP, es que, junto a esos grandes objetivos compartidos, no tiene otros, mucho más concretos y más pegados a los que son sus intereses nacionales, en primer lugar los de sus ciudadanos, cualquiera que sea el lugar del mundo en que se hallen.

En su análisis de la política exterior española, Muñoz-Alonso concluyó que "la raíz de esta política exterior sin pulso ni definición está en que, para este Gobierno, la política exterior en sí misma no tiene sustancia si no es al servicio y como instrumento de su política interior. En suma, un arma de propaganda al servicio del único objetivo que le interesa al Gobierno: Ganar las próximas elecciones como sea y al precio que sea. A esta meta se subordina todo lo demás".

Fotos sin contenidos

Muñoz-Alonso se refirió al peso de la cooperación internacional en la actividad ministerial, lo que le llevó a ironizar sobre la posibilidad de cambiarle el nombre al departamento y denominarle en lo sucesivo "de Cooperación y Asuntos Exteriores".

En aspectos concretos de la política exterior, como Afganistán, indicó que está bien reforzar la presencia militar allí, aunque recordó que el papel de la Guardia Civil en las misiones en el exterior ha sido y puede ser muy destacado, pero parece más adecuado para verdaderas misiones de paz, como la de Bosnia-Herzegovina, pero no para un escenario bélico como el afgano.

Respecto a la inminente Presidencia española de la UE, Muñoz-alonso reiteró la oferta de consenso lanzada por el PP. No obstante, abogó porque el semestre sirva para que "quede muy atrás aquella frasecita tonta de que una vez el PSOE en el poder íbamos a "volver al corazón de Europa".

El consenso del Ale-Hop

Sobre las constantes apelaciones al consenso que a Moratinos le gusta hacer, Muñoz-Alonso denunció que nunca se hayan visto aplicadas en la práctica. "Y es que ustedes tienen un concepto circense del consenso: A latigazos y pasando por el aro. Dicen que no arrimamos el hombro y nos dan latigazos en forma de insultos y descalificaciones para que saltemos dócilmente mientras ustedes dicen "alé hop".

Así, le reclamó que, como punto de partida para lograr ese consenso, mantenga la política exterior "al abrigo de cualquier tentación ideológica, partidista o sectaria. Haga una política exterior basada en el interés nacional de España y tendrá nuestro apoyo, un apoyo crítico, como corresponde a la oposición en una democracia".