El PP apuesta por compatibilizar la protección del medio ambiente con las actividades cinegética y piscícola

Hoy, en la Comisión de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente

La portavoz de Medio Ambiente del GPP, María Teresa de Lara, ha abogado este martes por hacer compatible la protección del medio ambiente con las actividades cinegética y piscícola, de especial incidencia en el mundo rural, ante las dificultades derivadas de la incorporación de nuevas especies al listado y catálogo de especies exóticas invasoras. 

En su intervención en Comisión con ocasión del debate de una iniciativa del GPP, la dirigente popular ha señalado la importancia de dar seguridad jurídica a los sectores o las actividades relacionadas con las especies exóticas invasoras, como la caza y la pesca deportiva, solucionando los problemas de aplicación que la normativa anterior, en época del Gobierno de Rodríguez Zapatero, había provocado. 

Según ha explicado De Lara, esa situación ha generado desde entonces una gran preocupación por los efectos económicos y sociales que pueden producirse para municipios rurales en los que esas actividades deportivas, turísticas y de ocio tienen una gran repercusión y, por ende, para aquellas explotaciones industriales que utilizan especies catalogadas para la alimentación. 

De ahí que la dirigente popular haya subrayado la necesidad de impulsar la modificación de los artículos relativos a la prevención y control de las especies exóticas invasoras de la Ley 42/2007, teniendo presentes las prescripciones del Reglamento del Parlamento Europeo y del Consejo a este respecto, así como la importancia de impulsar la colaboración con las comunidades autónomas de cara a la elaboración de las correspondientes estrategias y planes de erradicación y control de las especies catalogadas como especies exóticas invasoras. 

En último lugar, María Teresa de Lara ha hecho una defensa de las actividades cinegética y piscícola  “practicadas siempre de forma racional y sostenible”, pues aportan beneficios considerables, no solo económicos y sociales, sino también medioambientales y culturales. 

Ambas actividades, ha señalado, mantienen un alto compromiso con la conservación de las especies, tienen profundo arraigo en nuestras tradiciones y constituyen un sector económico con importante capacidad de generar renta y empleo en el mundo rural.