El liderazgo de España ante los nuevos retos de la resolución 1325 en materia de mujeres, paz y seguridad

Mariano Rajoy preside la reunión del Consejo de Seguridad en la que se aprueba por unanimidad la Resolución 2242 sobre “Mujer, paz y seguridad”: “muchas veces en un conflicto es más peligroso ser mujer que soldado”

Mariano Rajoy charla con Ban Ki (Foto: Web Marca España/ONU)
Mariano Rajoy charla con Ban Ki (Foto: Web Marca España/ONU)

En el año 2000, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aprobó la Resolución 1325 sobre Mujeres, Paz y Seguridad, que supuso un hito histórico porque, por vez primera, se reconocía que la guerra afecta de forma diferente a las mujeres y se hacía patente la necesidad de incrementar el papel que juegan las mujeres en la toma de decisiones en la prevención y en la resolución de los conflictos bélicos en el mundo.

Los escalofriantes datos de las atrocidades cometidas contra las mujeres en los conflictos bélicos de las últimas décadas en todo el mundo muestran cómo las mujeres son utilizadas como método de guerra, como un campo de batalla más, socavando gravemente su dignidad y sus derechos. Más de 300.000 mujeres han sido violadas desde el inicio, hace 12 años, del conflicto de la República del Congo. 

Uganda, Sudán, Chad, Somalia, Ruanda o lugares más cercanos, en plena Europa, como el conflicto de Bosnia y Herzegovina, en el que se calcula que entre 25.000 y 60.000 mujeres fueron violadas entre 1992 y 1995, han sido escenarios de la vejación y de los crímenes contra la humanidad cometidos contra las mujeres.

La Resolución 1325 del Consejo de Seguridad de la ONU, en este sentido,  insta a las partes en un conflicto armado a que adopten medidas especiales para proteger a las mujeres y las niñas de la violencia por razón de género, particularmente la violación, y todas las demás formas de violencia en situaciones de conflicto armado. Asimismo, subraya la responsabilidad de todos los Estados de poner fin a la impunidad y de enjuiciar a los culpables de genocidio, crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra, especialmente los relacionados con la violencia sexual y de otro tipo contra las mujeres y las niñas y de excluir esos crímenes, siempre que sea viable, de las disposiciones de amnistía.

Pero limitar el papel de las mujeres solamente a su faceta como víctimas de los conflictos bélicos reduce sin duda las posibilidades de poder luchar contra las desigualdades que subyacen muchas veces en las causas de estos conflictos. Por eso, la Resolución 1325 también aboga por incrementar el papel de las mujeres en los procesos de negociación de la paz y en la reconstrucción de los países en conflicto. 

A pesar de ello, más de una década después de aprobarse la Resolución, el informe Alerta 2013 señalaba que en 12 de las negociaciones de paz que tuvieron lugar en el mundo en 2011 hubo presencia de mujeres en las delegaciones de apoyo a la mediación, sólo en 4 de las delegaciones las mujeres tuvieron un papel activo y sólo en 2 de los acuerdos de paz alcanzados se hizo alusión a las mujeres, a la paz y a la seguridad. Es decir, que a pesar de las propuestas y compromisos recogidos en la Resolución, se ha avanzado desgraciadamente poco en los objetivos que persigue la misma.

Este año se cumple el 15º Aniversario de la aprobación de la Resolución 1325 por el Consejo de Seguridad de la ONU y coincidiendo con este aniversario España ha presidido este mes de octubre dicho Consejo. 

El Gobierno del Reino de España, presidido por Mariano Rajoy, ha liderado el pasado 13 de octubre la adopción de una nueva Resolución que, tras el análisis del seguimiento de la anterior, defina la responsabilidad del Consejo de Seguridad en materia de Mujeres, Paz y Seguridad; implementa nuevas medidas que complementan y compensan las carencias o los puntos en los que se ha fallado en estos últimos quince años y contemplan los nuevos retos a los que se enfrentan las mujeres en los conflictos del siglo XXI como es el terrorismo islámico.

Ante la necesidad de cambio en la forma de afrontar las situaciones de conflicto en el mundo, España ha trabajado de forma activa con otros países de manera que en octubre de 2015 han podido alcanzare este acuerdo para que la comunidad internacional asuma nuevos y ambiciosos compromisos para prevenir, proteger y fomentar la participación de las mujeres en la construcción y consolidación de la paz, es decir, no sólo contemplar a las mujeres como víctimas sino como agentes activos y necesarios, ya que sólo así podremos conseguir una paz duradera.

Mª del Carmen Quintanilla Barba

Presidenta de la Comisión de Igualdad

Link al debate de la PNL presentada por el Grupo Popular

FOTO: MARIANO RAJOY EN NNUU