Hacía un desarrollo sostenible

Proteger nuestro patrimonio natural y luchar contra el cambio climático es una labor imprescindible, que se debe promover desde las administraciones públicas.

Pero, además, el cuidado de nuestro medio ambiente supone una oportunidad. Una oportunidad de actividad y de creación de empleo que puede y debe contribuir a la recuperación económica.

En esta legislatura hemos enfocado nuestra política medioambiental a lograr una alianza efectiva entre la protección eficaz del medio ambiente y el crecimiento económico, como vía para avanzar hacia un verdadero  modelo de desarrollo sostenible.

Nuestras reformas normativas en materia de Costas, Parques Nacionales, Evaluación Ambiental o Responsabilidad Ambiental, además de reforzar la coordinación entre administraciones y el rigor en la protección medioambiental, han mejorado sensiblemente la seguridad jurídica de propietarios  y actividades en su relación con el medio natural, y han permitido racionalizar y simplificar los procedimientos, apoyando la actividad sostenible y favoreciendo su diversificación.

Hemos desarrollado también una política de agua madura y eficaz, que garantiza la protección de nuestros ríos, así como el abastecimiento y la calidad de nuestras aguas, mediante una planificación hidrológica solidaria y equilibrada. 

El trabajo, el diálogo y la interlocución con los distintos sectores, sin duda, han sido claves para llevar a buen puerto todos estos compromisos. Quiero destacar en particular la responsabilidad y el consenso que han permitido culminar el primer ciclo de planificación hidrológica en plazo, y avanzar de igual modo en el segundo ciclo, acompasando nuestro ritmo de trabajo, por primera vez, con el resto de países de nuestro entorno europeo. Una búsqueda de acuerdos que nos ha permitido también en esta legislatura alcanzar acuerdos históricos como el del trasvase Tajo-Segura.

Hemos dado un giro radical en las políticas de lucha contra el cambio climático. Se han puesto en marcha  proyectos que reducen las emisiones de gases de efecto invernadero en nuestro país, lo que nos va a permitir cumplir con nuestros compromisos internacionales. Son proyectos que apuestan de verdad por la eficiencia energética y favorecen la actividad baja en carbono y crean empleo sostenible y duradero. A través del Fondo Nacional de Eficiencia Energética, se invertirán 1600 millones de euros en el año 2016.

España ha desempeñado un papel activo en los procesos de negociación internacional en materia de cambio climático. En particular, hemos sido y estamos siendo muy activos en el impulso de la inminente y decisiva Cumbre del Clima de París, para facilitar un acuerdo global en la lucha contra el cambio climático.

Asimismo, hemos liderado la negociación y apostado muy fuerte para que España deje de ser una isla energética y goce de interconexiones con el resto de los países europeos, con el fin de tener una energía más competitiva y más limpia, a la vez que se avanza en la unión energética europea.

En resumen, hemos impulsado un marco de trabajo integrador con el que conservar nuestro capital natural y, al tiempo, reforzar la competitividad de nuestras empresas, abriendo nuevas oportunidades de negocio en el mercado global, donde ya somos líderes en sectores verdes como el tratamiento de aguas, la desalación, las energías renovables o las tecnologías que reducen emisiones en el transporte. 

El medio ambiente es un patrimonio natural de incalculable valor, una fuente vital de recursos y servicios que hay que preservar. Y en su conservación podemos encontrar múltiples fuentes de empleo y bienestar, situando a la persona en el centro de las políticas ambientales.

No todo está hecho. Queda mucho por hacer, porque de nosotros depende el legado que dejemos a nuestras futuras generaciones. Por eso debemos seguir trabajando para, entre todos, avanzar hacia una economía baja en emisiones y eficiente en el uso de los recursos.

Mariano Rajoy Brey

Presidente del Gobierno