Australia Navarro advierte que “el medio ambiente no se protege arruinando a la gente”

La portavoz de los populares canarios cree que la escalada desmesurada de la presión fiscal resultará letal para la economía de familias y empresas

Australia Navarro asiste a los Diálogos Populares
Australia Navarro asiste a los Diálogos Populares

La portavoz del Grupo Parlamentario Popular en el Parlamento de Canarias y presidenta autonómica, Australia Navarro, denunció hoy “el apetito fiscal insaciable del Gobierno autonómico con su amenaza de crear nuevas figuras impositivas vinculadas al medio ambiente que pueden resultar letales para muchas familias y empresas del archipiélago” y advirtió que “el medio natural no se protege arruinando a la gente”.

Para Australia Navarro, “la introducción de nuevos impuestos disfrazados de verde en el sistema fiscal, ya de por sí incrementado desde el 1 de enero con el incremento indiscriminado y universal del tipo general del IGIC y de suministros básicos como la electricidad y la telefonía, es un despropósito y una irresponsabilidad”.

La presidenta del PP considera “una temeridad que el Gobierno regional  dirija ahora su codicia fiscal hacia sectores estratégicos en la economía canaria como el turismo, el transporte y la industria, que perderán necesariamente competitividad y trasladarán los incrementos tanto a los clientes como a una menor capacidad de mantener o crear empleo”.

Navarro advirtió que “aunque el Gobierno regional se disfrace de verde y pretenda hacer una campaña de marketing en defensa del medio ambiente, lo que en realidad pretende es subir más y más la recaudación tributaria a costa del bolsillo de las empresas y de las familias canarias”.

La presidenta del PP rechaza igualmente “la improvisación y la falta de rigor del Gobierno al plantear cuestiones de esta naturaleza sin saber a ciencia cierta qué impacto y qué consecuencias producirán sobre la economía real de los canarios”.

Navarro recuerda en este sentido que “en el conjunto de España ya se recaudan más de 22.000 millones de euros al año (dato 2018) a través de la fiscalidad verde y está demostrado que esa presión tributaria recae en un 52% en la economía de los hogares”.

“En un clima de incertidumbre económica como el actual este tipo de impuestos extraordinarios tiene difícil justificación, no resuelve el problema que se pretende justificar con su creación e indudablemente tendrá un  impacto negativo en la actividad económica y en el empleo en las Islas”, agregó.