Un grupo de diputados, socios y aliados del Gobierno, dieron ayer un espectáculo bochornoso, atacando a S.M. el Rey. Son falsos republicanos que quieren romper nuestra comunidad política. El republicanismo clásico defiende la libertad, la igualdad y la fraternidad. Quien mejor encarna hoy esos valores del republicanismo es S. M. el Rey y la Constitución de 1978.
Vamos a presentar una denuncia contra Torra. El Estatuto de Cataluña establece que para ser presidente de la Generalidad hay que ser elegido entre los miembros del Parlamento. Hay que ser diputado. La JEC ha dicho que Torra no lo es y el Supremo lo ha ratificado. Torra ya no es presidente.
El nacionalismo catalán, que reivindica de forma tan vehemente su autonomía, no cumple ni su propio Estatuto. La operación del señor Torra contra la legalidad y el sentido común está siendo avalada por el Gobierno. ¿En calidad de qué se va a reunir el presidente del Gobierno con Torra, con un delincuente de a pie?.
El Proceso de desafío a la legalidad y de retorcer conceptos para someterlos a la voluntad política se ha apoderado de las instituciones centrales españolas. Se ha inaugurado la vía socialista hacia la secesión a través de cambios legales contrarios al espíritu constitucional.
Cataluña está dividida en dos y ese proceso de división se está llevando al conjunto de España. El eje izquierda-derecha ha sido sustituido por el eje entre los que defendemos la democracia liberal y los movimientos reaccionarios que reivindican la identidad frente a la libertad, la igualdad y la fraternidad. Lo más preocupante es que el PSOE ha decidido despeñarse por esa pendiente, identitaria y reaccionaria, de los nacionalistas.
La paz es la ley y la ley es la paz. Para vivir pacíficamente en comunidades políticas plurales como la nuestra es absolutamente fundamental el Estado de derecho. La idea del Gobierno de desjudicializar la política es contraria al Estado democrático. Lo fundamental en estos momentos es la protección del Estado de derecho y la despolitización de la Justicia frente a la acometida descarada del Poder Ejecutivo sobre el ámbito judicial.
Tenemos un Gobierno que está contra el Estado de derecho y que se jacta abiertamente de estarlo. Al PP hoy nos toca ser más Estado que el Gobierno.
El PP va a ejercer su liderazgo de la oposición en defensa de la ley, del Estado de derecho, y de los derechos de todos. Ninguna persona, por poderosa que sea, puede estar por encima de la Ley. La Ley nos protege a todos.
Hoy hemos conocido unos datos de paro realmente inquietantes. Sánchez cumple una vez más sus peores pronósticos. La caída de unos 250.000 afiliados a la Seguridad Social en enero, el peor desde 2013, y 90.000 nuevos parados, el peor dato desde 2014, se deben a su inacción, indolencia, incompetencia e incapacidad. Debemos defender los intereses de los españoles.
Siempre he defendido la reagrupación del constitucionalismo. Y el PP lo ha planteado y defendido a lo largo de las últimas citas electorales. No pudo ser y ahora tenemos una nueva oportunidad. Esa operación hay que hacerla de manera global: hay una situación excepcional en el conjunto de España.
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